—Bien, apunta al pecho del muñeco y dispara —Hades le indica a la morena quien tiene un arma en sus manos. Ya han practicado boxeo por dos horas y ahora están practicando tiro antes de que el sol se esconda ya que tendrán que irse al bar.
Apunta y dispara aunque no da en el pecho del muñeco a cuarenta metros sino en su cabeza.
—¡Mi hija tiene una excelente puntería! —Grita su padre desde la silla en la que está sentado junto a su mujer.
—¿Hades, falta mucho? Estoy exhausta.
—Está bien, por hoy hemos terminado ya que debo ir a casa a ducharme. Vendré por ti en una hora.
—Ok —Ve al castaño alejarse hasta desaparecer de su vista. Se acerca al juego de muebles del jardín donde están sus padres, se sienta y toma la botella de agua.
—¿Qué te pareció? Ves que este mundo no es fácil...
—Papá, solo practique boxeo y tiro, cosas que he visto o hecho la mayor parte de mi vida —Responde. —¿Dónde está Ajax?
—Subió a su habitación, me dijo que quería estar solo.
—Iré a verlo —Se levanta y corre escaleras arriba hasta llegar a la habitación junto a la de ella, toca dos veces y entra. —¿Ajax?
—Dea, por favor déjame solo —Responde dando una calada a su cigarrillo.
—¿Se puede saber por qué estás de tan mal humor?
—¿Dea, como quieres que esté? Papá cedió ante tu capricho y ahora te dejará formar parte de esto —Se levanta. —¿¡¿Crees que es una broma o que esto es un juego?!? ¡Usan armas de verdad, se disparan y mueren! ¡Todos los días muere gente por este negocio y yo solo acepté estar en por qué quería cuidarte, pero vienes tú y convences a papá para que te cumpla cada uno de tus caprichos!
—¡Yo quiero ser algo en la vida! ¡Tú y Hades son las manos derecha de papá junto al tío Stephan y mamá! —Grita de igual forma. —¡Yo necesito ser algo, necesito saber algo! ¡Necesito ser útil! Esto te parece demasiado porque lastima tu hombría, pero no me importa. ¡Soy hija de Ian y Liana Harrison, quieras o no mi destino es estar involucrada en este mundo! —Responde de la misma manera, sale de la habitación de este y entra a la suya.
Después de darse una larga y relajante ducha se mete a su armario para así escoger una ropa apropiada para esa noche. Elige un top negro a juego con una falda con pedrería al final, unos tacones de aguja y un bolso.
Un poco extravagante, pero cuando se trata de Dea Harrison no se puede esperar menos. Cuando ya está lista, baja al primer piso donde ve a su padre y al chico con el que saldrá esa noche.
—Hades, cuida a mi hija con tu vida.
—Claro, tío.
—Los guardias estarán pendiente a ustedes.
ESTÁS LEYENDO
Hijos de la Mafia.
Fiksi RemajaLa vida que sus padres habían escogido para ellos y los problemas que vienen con ella se encargarán de arruinar la adolescencia de los jóvenes herederos de todo, pero lo que nadie se imagina es que el amor llegaría a sus vidas aún siendo tan jóvenes...