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Serie: Élite
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Alynna Bennet era hija de un importante abogado de España y su madre era una escritora brillante bastante popular en el mundo de las letras.
Se podría decir que su vida era buena tenía dinero, un bonito cuerpo y un buen novio el cual era lindo con ella, siempre brindándole joyería costosa o regalos especiales, por lo que ella no entendía como teniéndolo todo se sentía tan sola.
Sus padres casi nunca estaban en casa y su novio parecía distante cada día, se sentía culpable al pensar en sus problemas sabía que había gente que sufría más, que sus conflictos eran ridículos pero eso no le quitaba el sentimiento que guardaba en su pecho.
caminado a su siguiente clase se vio interrumpida por su mejor amigo Polo, se conocían desde que tenían pañales y desde que empezaron la escuela se volvieron inseparables.
La chica se sentía volar cada vez que miraba esos ojos oceánicos.
No dejaba de pensar en ellos y el roce de sus labios en su casa tampoco salía de su mente, el cómo su respiración se juntaba, su aroma la cautivaba mientras sus labios se acariciaban dando paso a las mariposas que parloteaban en su estómago, jamás se sintió tan viva.
— Alynna estás bien - la voz del chico la saco de sus pensamientos, asintiendo con un pequeño rubor en sus mejillas tomó asiento en su clase.
El jamás sería suyo, no si tenía a Carla, lo que tuvieron solo fue un momento de debilidad, él estaba confundido y ella estaba triste o al menos esa fue la explicación que Polo le dio a la situación. Pero para Alynna no solo fue un momento, fue la perfecta cereza del pastel.
El era tan diferente. Cada vez que estaban juntos era algo mágico, por lo que no le tomó mucho tiempo saber que estaba enamorada del chico.
Sabía que solo el era capaz de hacerla llorar, de hacerla sufrir, pues con solo verlo tan feliz con otra la rompía, sentía como si la alejaran lentamente de su lado.
Pero eso no dolía tanto como saber que a pesar de amarlo tanto él no lo notaba, estaba tan cautivado con la rubia que no pudo notar ver cómo ella caía por sus
ojos oceánicos.
