Llevaba cuatro días vigilándolo.
Sabía que algo estaba mal desde el momento en que "aquello pasó" .
Llevaban juntos más de 5 meses, se conocieron cuando Ben accidentalmente le tiró su proyecto de ciencias, algo que fue un verdadero desastre, le había dolido admirar su sistema solar esparcido por el suelo.
Así que llena de sentimientos furiosos y tristes por un segundo se tentó en levantar su pequeño puño dispuesta a golpear al causante del daño.
Pero en cuanto lo vio. Toda su mente quedó en blanco.
Ojos brillantes, con una hermosa sonrisa, fue eso, esa perfecta y resplandeciente sonrisa, fue la que desencadenó todo.
Las improvisadas visitas a su escuela, la primera vergüenza por los piropos de sus amigos, sus estupidos sonrojos por las rozaduras de sus manos.
Todos los recuerdos se almacenaban en su mente, recordándole a cada minuto cuanto lo quería.
Por eso cuando vio a Charlie Spring besando a su novio por la ventana de la escuela, pudo jurar que su corazón se detuvo.
Su palpito bajo de un nivel a otro y su respiración entrecortada mantenía su cuerpo congelado. Se mantuvo quieta, como una masoquista observando con dolor como al que consideraba su persona besaba a alguien más.
De pronto todo se veía diferente. Las dudas, las inseguridades, todo empezaba a tener sentido.
El porque cuando estaban solos casi no la besaba, el porque le daba abrazos y se mostraba cariñoso solo cuando estaban con amigos.
Ahora todo aquello y todo lo que había olvidado, revivía en su cabeza.
Era lógico. El no la amaba, solo la usaba como coartada.
Nadie sospecharía de un chico que presumía a su novia, que la enseñaba como trofeo cuando la manipulaba para usar cortas faldas, que la besaba con fuerza enfrente de sus amigos para luego dejarla botada.
¿Realmente había sido tan tonta?
Cómo alguien tan cruel podía cambiar a ser alguien bueno. Acaso eso era posible?, Ben era lindo, ayudaba a su madre cuando hacían pasteles, hacía reír a su hermano cuando este andaba triste, pero sobretodo la apoyaba, la amaba.
Incluso cuando ella no lo hacía consigo misma.
Le dolería perderlo, le dolería saber que él ya no sería suyo.
Por eso se alejó lentamente, sintiendo sus pasos duros y pesados camino recto.
Al día siguiente cuando llegó a la escuela, trató de no llorar cuando la beso, aguantó las lágrimas cuando la abrazó por la cintura estrechándola contra su cálido pecho, llenándola de aquel ya percibido cosquilleo.
Más no fue lo suficientemente fuerte para retener la lágrima que soltó, cuando lo vio observar a Charlie Spring desde la entrada.
Este fue rapidito, la verdad planeaba hacerlo más romántico pero andaba triste así que ni modo.
No sé qué ocurre que últimamente escribo cosas sin finales felices jajajaja trataremos de cambiar eso.
Besitos
