Steve Harrington

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Sorry si encuentran fallas de ortografía ando más dormida que despierta, disfruten.



—¡Ahoy marineros!, Bienvenidos al barco del sabor, donde navegamos sobre el océano de sabores, nuestra especiali..... Ah son ustedes, hola chicos.

Lexi llevaba dos semanas trabajando en la heladería de StarCourt .
Al principio lo vio como una pérdida de tiempo disfrazada de tortura de parte de su madre, era algo cruel obligarla a conseguir empleo para socializar en pleno verano.

Pero ahora que lo veía con más calma, trabajar ahí no era tannn malo.

En especial por dos razones. La primera era que podía comer muestras gratis de helado a escondidas de la cámara, lo cuál era increíble, y la segunda.

—Hola Lex, ya tienes los papeleos de hoy?, jure que este día sería más sencillo y pasa esto. Además, vamos ni quien fuera a leer estos documentos aburridos.

Steve perfecto Harrington.

La razón por la cual estaba dispuesta a servirle cientos de muestras gratis a niñas que no tenían ni un centavo.

—Lex, hola Lex, ¿me escuchas?.

—Claro perdona, ¿decías?.

—Nada importante.— Dijo mientras vaciaba varios botes de helado en la nevera.

Para Lexi era increíble la vista, cada semana sus músculos se pronunciaban más por él peso de las cubetas de helado al vaciarlas, lo cual lo hacía ver muy atractivo. Bueno más de lo normal.

—Oh Lex casi lo olvido, mañana cerramos nosotros así que sales temprano.

—Pero es mi turno, rotamos cada dos semanas recuerdas?,.— Para ella era vital seguir las reglas, el solo fallar en una, la hacía sentir grandes dolores de cabeza.

—Lo se, pero esta noche no será necesario.

—No creo que sea correcto, ya sabes las normas.— le dijo mientras jugaba con sus manos, no quería causar una mala impresión en el trabajo y menos frente a él.

Steve solo la volteó a ver suspirando, eh inmediatamente ya sabía lo que haría, era algo estupido y gracioso para Robin, pero para ella era tentación pura.

Vamos chica resiste no caigas, no caigas, no caigas.

—Lexi, solo será una noche, luego seguiremos los turnos con normalidad, no alteraríamos nada, además una noche libre no suena mal cierto?. — Y ahí estaba, la sonrisa, su perfecta y deslumbrante sonrisa.

Demonios

— Claro. Porqué no, solo es una noche.









Abrió la puerta sigilosamente mientras ingresaba al local, debía admitir que está siendo paranoica, pero enserio las  cosas fuera de su control la afectaban.
Además qué tal si Steve no guardo el helado correctamente, o no cerró los candados con la mínima fuerza, incluso dudaba si había colocado el letrero de cerrado.

Era muy guapo, pero también un poco torpe.

—¿Están listos?.

Si, vamos tenemos unos minutos antes de que abran.

Le asombro ver a los chicos escabullirse por la salida trasera, ya era algo tarde para estar de guardia, así que asumió que debían ser asuntos no laborales.

Y al parecer tampoco la habían notado ya que se aseguraron de apagar todas las luces dejándola a oscuras.

No perdió tiempo pensando si seguirlos sería lo correcto o no, ya que ahora mismo se encontraba en camino.

Trato de mantenerse un poco atrás pero sin perderlos de vista. Y cuando pudo visualizarlos mejor notó que no estaban solos un chico con una gorra azulada y rizos estaba con ellos.

Lo reconoció como el simpático del otro día que llegó buscando a steve, le resultó bastante cómico el verlos juntos comportándose como niño. Pero justo ahora lo único que le daba risa era el cómo una niña parecía exigirle algo a sus amigos.

Helado gratis de por vida.


Tuvo que guardar la inmensa carcajada para otro momento, pero admitía que esa niña tenía agallas.

Se acercó al almacén con sigilo, admitía que no sabía exactamente lo que estaba pasando pero no debía ser tan malo para tener que ocultárselo.

—¿Saben qué?, tomemos esto y vámonos.

—¿Tomar qué?.— Inmediatamente todos dieron un salto volteándola a ver con sus ojos abiertos, no fue hasta que la reconocieron cuando se calmaron

—Lex pero...¿qué estás haciendo aquí?, ¿Te vio alguien?.

No. Y creo que soy yo la que debería hacer la pregunta Harrington.— dijo mientras lo miraba, ya había visto suficiente como para saber que estos tramaban algo, y no se iría de ahí sin las respuestas a sus preguntas.

—Lex escucha...

Estuvo a punto de explicarle cuando un ruido empezó a sonar dentro de la bodega, ambos se quedaron estáticos. Claramente eso no se escuchaba bien.

— ¿Qué fue esoooo....

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