LOS MUERTOS.

CAPITULO 8: EL TIEMPO VUELA.

8 MESES DESPUÉS...

Todos trabajan incansablemente, Samuel anda preocupado de que todos cumplan con su parte. Constanza está sembrando junto a Maura, y Jacob y Noah cortan leña para los motoqueros.

Samuel fue al parque a revisar unas plantaciones y al ir no pudo evitar recordar a su hermano y a Sofía, Samuel seguía intentando reponerse, han pasado ya meses desde que ocurrió pero aun así le es difícil. Ya son meses sin ver a su hermano menor, después de haberlo recuperado ya lo volvió a perder y Sofía, el amor de su vida que falleció junto al bebe que esperaba, bebe del que nadie sabe.

Ángel estaba en su celda sentado y luego de meses al fin accedió a hablar con Catalina que estaba en la celda de al lado, a quien ignoró durante todos estas semanas.

- Todo es tú culpa.- Le dijo Ángel.

Catalina desde su celda al escuchar que Ángel le dirigió la palabra no lo podía creer.

- Tú sabías lo peligrosos que eran y jamás informaste aquello, y ahora Sofía está muerta.

Catalina le respondió:

- No pensé que me terminaría siguiendo, yo solo quería escapar.

Ángel solo se quedó en silencio y no le respondió nada más. De pronto abrieron su celda y entró un hombre buscándolo, quién lo tomó y se lo llevó como un esclavo más.

Matías estaba en su cama con camisa abierta y rodeado de mujeres que le hacían cariño.

- Espero no te moleste ver a muchas mujeres en mi pieza, aparte son mujeres, veelas como arte, ya estas grande.- Le dijo Matías al ver entrar a Ángel.

Ángel solo guardó silencio, miró hacia el suelo en señal de respeto a esas mujeres y Matías le dijo:

- Limpia el piso y luego me preparas algo para comer.

- No haré nada que tu puedas hacer.- Le respondió Ángel muy molesto.

Matias alzó la mano y todas las mujeres se apartaron de la cama, el se levanto de su cama con su pantalón desabrochado y con un aspecto poco digno y le dijo:

- Tienes agallas, eres rudo, eres frío, eres fuerte y joven, todo lo que se necesita para sobrevivir en un Apocalipsis...ven...acompáñame, te daré un recorrido por el lugar.

Matías se pone a caminar junto a él por los pasillos. Le mostró la zona en donde tienen a personas lavando la ropa, otros cocinando, a otras personas fabricando cuchillos y diferentes armas.

Ángel está siempre frío e indiferente a él, lo único que hace es mirar alguna forma de poder salir pero todo está muy bien protegido.

Seguían caminando y de pronto llegaron a un lugar muy específico:

- Me caes bien chico, ten una toalla, date una ducha de agua caliente, será el gran privilegio que te daremos.- Le dijo MatÍas.

Ángel rechaza y Matías alza su bate con clavos y se lo comienza a mostrar intimidandolo.

Ángel entró en las duchas y Matías le dijo:

- Las duchas que les hacen mis hombres a los castigados son duras, agua helada, sin jabón ni nada, y yo te daré una oportunidad única, como es agua caliente y shampoo.

Matías salió para darle privacidad y Ángel largo el agua aún muy tímido, estaba nervioso y con miedo.

Ángel se desnudó y comenzó a darse una ducha que aunque no quisiera reconocerlo, necesitaba y estaba disfrutando.