LOS MUERTOS.

CAPITULO 10: AYUDA.

Sebastian y Valentina están acostados juntos muy agotados, han trabajado un montón, sus cuerpos no dan más. Ambos se acurrucan para dormir y en medio del silencio de la noche Valentina le dijo:

- Hay que hacer algo, hay que salir.

Sebastian se alejó un momento y le respondió:

- Casi me mata, pudiste haber salido seleccionada tu, no le tienes miedo a ese psicópata.

- Están todos durmiendo, salgamos en busca de ayuda, deben haber más refugios con quienes le podamos hacer frente, hay que negociar, hay que hacer algo.- Le dijo ella poniéndose de pie y comenzando a cambiarse de ropa.

Sebastian no quería pero tampoco iba a dejar que saliera sola en medio de la noche por lo que se levantó, se cambió de ropa y cuando ya tenían ambos listos los bolsos, salieron.

Seguían caminando por la oscura noche de Estados Unidos, seguían caminando con la esperanza de encontrar ayuda, hasta que sintieron movimiento que provenía desde el bosque. Ambos se detuvieron, Sebastian tomó su arma, se comenzaron a acercar lentamente y de pronto un hombre enmascarado y con cuchillos en sus manos salió de lo oscuro del bosque (si, el mismo que salvó a Felipe y a Samuel).

Sebastian y Valentina lo observaban fijamente, mientras que el estaba nervioso ya que le apuntaban con un arma:

- No te haremos daño, pero tira los cuchillos.- Le dijo Sebastian apuntando.

El enmascarado no quería bajar los cuchillos pero finalmente lo hizo.

- ¿Por qué estás solo?.- Preguntó Valentina de forma encaradora.

- Tengo un refugio, mi tarea es ir encontrando personas que buscan un hogar.- Respondió él.

Sebastian y Valentina se miraron y Sebastian le dijo:

- Nosotros somos de Ciudad Liberty, a unos kilómetros de acá, una comunidad de más o menos trescientas cincuenta personas y estamos en busca de amigos, o más bien de ayuda, no estamos muy bien.

- ¿Problemas de comida? .- Preguntó el enmascarado.

- No, problemas con unas personas muy fuertes, sus nombres son Los Motoqueros.- Respondió Valentina.

El enmascarado al momento de escuchar el nombre, se comenzó a poner más nervioso de lo normal, quería irse, quería escapar.

- ¿Crees que tu líder nos acepte? .- Preguntó Valentina.

- Nosotros en el pasado tuvimos problemas con los motoqueros, y llegamos a un trato, nosotros les construimos sus armas y así ellos no nos hacen daño.- Dijo el enmascarado.

- Nosotros queremos hacerles frente, tenemos armas, gente, pero nos faltan aliados, somos menos en cantidad, el triple menos que ellos, pero si nos unimos... seremos libres.- Le dijo Valentina muy esperanzada.

El enmascarado al escucharla aceptó llevarlos con su líder, subieron al vehículo que tenía el hombre y en tres horas llegaron a un lugar muy lindo, muy bien decorado, más rústico de Ciudad Liberty pero bonito.

Ambos entraron y el enmascarado los llevó directo hacia el líder del lugar que se encontraba entrenando, era muy fuerte y musculoso, se mantenía en forma y es de temer.

- Tractor.- Habló el enmascarado.

Sebastian y Valentina al escucharlo llamarlo Tractor quedaron algo confundidos. Tractor se volteo, se pasó su toalla por su pelo y los vio y les dijo:

- Guau!, qué caras traen ustedes dos.

Sebastian y Valentina se miraron y claramente tenían una cara de agotamiento enorme.