Merodeadores superando las expectativas

Perfume y hojas

-Espera... espera... vuelve a contar todo de nuevo.

Tapada hasta la cabeza con su acolchado rojo, Lily volvió a relatar todo lo sucedido con James.
Cada vez que lo decía en voz alta, se tapaba la cara con las sábanas por la vergüenza que le daba todo aquello.
¿Cómo era posible que haya besado a James Potter? ¿Cómo era posible que le hubiera gustado? ¿Cómo era posible que quisiera hacerlo de nuevo?

Mary no ayudaba a la situación, porque su imaginación la hizo llevar a Lily a imaginarse tomada de la mano del chico paseando por Hogsmeade, tomando una cerveza de mantequilla o incluso a meterse en un armario de escobas. Lily se asustó con eso. Ni siquiera sabía cómo se reservaban los armarios.

-Tengo que admitir que James subió un pequeño escalón en mi consideración, fue valiente - dijo Marlenne riéndose de la cara de Lily

- ¿Dónde estaba antes? - preguntó Mary

-En el subsuelo.

- ¿Qué hago mañana? - Lily miraba desesperada a sus amigas - ¿Cómo lo saludo? ¿Le hablo? ¿Qué le digo? ¡No sé qué hacer! ¿Qué es esto, lo puedo romper? - Lily agarró una flor hecha de papel que Remus le había dejado a Mary en su mochila y ahora tenía en su mesa de luz. Mary se la sacó de las manos a la pobre Lily nerviosa.

-Lily... respira hondo - le pidió Marlenne.

-Vamos a lo más importante... te gustó ¿verdad? - consultó Mary un tanto preocupada.

-Si... creo que sí - susurró roja como un tomate. Sus amigas se miraron y se rieron - ¡No se rían...! No sé cómo hacer esto. ¡Es Potter! Siempre lo deteste...

-Hasta que un día dejaste de hacerlo - le dijo Marlenne - Vamos Lily, no es tan malo... Aunque no lo esperaba.

-Yo si lo esperaba - dijo Mary - El amor está en el aire, chicas.

- ¿Amor? - le pregunto incrédula Lily - Solo nos besamos...

-No precisamente todo es "amor" Mary - le dijo la rubia sorprendida

-Vamos Mar, eres más inteligente que eso. ¿Hace cuánto no ves esa sonrisa estúpida que tiene en la cara Lily? Sin ofender, amiga

Pero Lily ya no escuchaba, la palabra amor resonaba en su mente. Comenzaba a agradarle James, le gusto ese beso... pero ¿Realmente lo conocía? ¿No había salido con casi todas las chicas del colegio? ¿Estará haciendo lo mismo conmigo? ¿Y si solo soy un premio...? Volvió a mirar la flor de papel que estuvo a punto de romper.

- ¿De dónde sacaste esa flor? - le preguntó a Mary en un intento de que ambas dejarán de hablar del tema.

-Me la regalo Remus, luego de besarnos por el piso de Sala Común- contestó muy seria la bruja. Marlenne soltó una carcajada.

-Nunca me voy a cansar de tu humor, Mary

-Por un momento me imagine a Remus tirado en el piso de la Sala Común. Muy gracioso - Lily se reía con Marlenne y Mary las imitó, aunque por dentro pensaba No pueden decir que no les conté, técnicamente lo hice. No pueden enojarse.

Entre risas decidieron que era momento de dormir, aprovechando que el día siguiente era sábado. Pasaron diez minutos y Mary sintió que Marlenne se metía dentro de su cama y la miraba con sus ojos marrones.
Abrazó a su amiga y se quedaron dormidas como cuando eran más chicas y Marlenne buscaba cierto consuelo. Mary sabía que era su forma de pedir cariño.

- ¡No lo puedo creer! - gritaba por enésima vez Sirius - ¡No lo puedo creer!

-Deja de gritar Padfoot, por favor - decía Remus desde su cama, completamente dolorido.