En una taberna oculta en las afueras de Londres un par de magos con varias copas de más y un ego proporcional al tamaño de Rusia, discutían acaloradamente sobre una mesa desgastada por las propias palabras que se decían.
Klaus Koppler ni sabía qué hora era, porque pocas veces podía disfrutar hablar con sus pares sin que los periodistas o aficionados estuvieran pisándoles los talones.
-... Solo digo, la derecha de Ludo ha mejorado demasiado... ¡Tengo tanto miedo que pienso en quebrarte la mano, amigo! – decía entre risas Joseph Morgan, cazador de los Murciélagos de Ballyclaste. Klaus soltó una carcajada sonora.
-Amigo, no hace falta que me lesiones... ¡Dame un acta de casamiento para firmar y verás como pierdo las muñecas! – retruco Ludo Bagman, bateador de las Avispas de Wimbourne, riendo con sus compañeros.
Menudo lugar con menudos egos.
-...Lo que no comprendo Klaus y no me malinterpretes... - comenzó diciendo Milo, bateador de los Kenmare Kestrels mientras lo señalaba con un dedo.
-...Todo lo que comienza con un "malinterpretes" se puede malinterpretar... - bromeó Klaus sacando de una lata un habano. Con un chasquido de dedos el cigarro prendió.
- ¿Cómo es posible que un hombre tan joven no decida cambiarse de equipo? – Milo concluyó su pregunta y Klaus encogió de hombros.
-Si te refieres a la oferta de Montrose Magpies, lo estoy evaluando... - hicieron silencio, evaluando las palabras de Klaus – No mentiré, quiero ganar una Eurocopa, pero... Entrenar en Irlanda no es algo que me atraiga...
-¡Nuestro amigo no quiere que el frío irlandés dañe su bello rostro! – bromeó Ludo haciendo reír a los seis presentes – Vamos, Klaus... ¿Qué hacías en Hogwarts...? La muchacha Rita, la que está dando sus primeros pasos en el Profeta escribió que fuiste el último en salir del castillo...
-¡Por supuesto que no fue el último! – lo defendió el bueno de John, Guardián de los Pride of Portree. Klaus lo consideraba uno de sus amigos más leales dentro de la Liga ya que habían asistido juntos a Hogwarts y era uno de los pocos que sabía de la existencia de Mary - ¡Ella también estaba!
El resto comenzó a divagar y Klaus se vio en la necesidad de tomar otro sorbo de cerveza para no contestar. Ludo era buena persona, pero siempre se iba de boca y amaba la atención.
Las veces que habían compartido partidos juntos en la selección de Inglaterra, él quería ser el protagonista y más de una vez, arriesgo la seguridad de su equipo esquivando las Bludger contrarias con escasos segundos solo para salir en el titular del periódico y si bien se hablaba de él como un buen jugador, se hablaba más de lengua floja.
Últimamente se lo veía muy conectado en el Ministerio, pero nadie sabía qué hacía exactamente.-Vamos, Klaus – insistió Ludo con una sonrisa simpática – Esa muchacha, la nueva de las Harpies. ¿Cómo se llama? ¿Marylin?
-Mary – corrigió de inmediato Klaus sintiendo un ardor de ira en su cuerpo. Fumó su habano para simular la situación y Ludo hizo una mueca.
-¿Es ella la razón por la que no eliges el otro equipo? ¿Para no estar lejos? ¡No pensé vivir para ver a Klaus Koppler enamorado de una mujer! – exclamó emocionado Ludo guiñando un ojo.
-Espera, Ludo... Entre fantasmas no nos pisamos la sabana – intervino Milo con el entrecejo fruncido – Siempre dijimos que entre nosotros no hablamos ni a la prensa ni a nadie sobre nuestra vida personal...
-¡Por supuesto! ¡Por supuesto! – aclaro Ludo haciendo un gesto de paz – Pero no puedes negar que es polémico... ¡Una pareja de dos equipos diferentes...!
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Merodeadores superando las expectativas
Roman d'amourLa historia de como Lily y sus amigas comienzan a conocer a los Merodeadores en una edad tan complicada, donde los sentimientos están a flor de piel. Humor, amor y enojos para estos adolescentes que comienzan a cursar el 6 año en Hogwarts.