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La casa ahora daba miedo, los grandes y hermosos ventanales que alumbran todo a su alrededor, no era suficiente para iluminar la oscuridad que ahora tenían sus ojos, ya nada sería igual y eso era lo que Jungkook más temía, pues nunca volvería a salir solo o realizar alguna actividad sin ayuda, se había convertido en una carga solo por una noche de antojos y alcohol ¿Por qué no había escuchado a su padre? Tal vez todo hubiera sido diferente, pero ya era tarde para arrepentirse, la vida le había cobrado su irresponsabilidad de una manera cruel.

Jungkook se llevaría por lo mínimo dos meses para aprender a movilizarse por la casa sin ayuda de un bastón o de sus padres: la casa contenía tres pisos y una terraza, la terraza daba la mejor vista de la ciudad, la primera planta tenía la cocina, patio, jardín y algunas alcobas, la segunda planta tenía salas, lugares de cine y algunos baños, por último y no menos importante, la tercera planta tenía sus habitantes, por lo tanto a Jungkook le queda mucho por recorrer, pues aprender cada lugar a la perfección sin ver sería un gran reto.

—¿Seguro que estarás bien Jungkook? —preguntó su maestre indecisa— podríamos dejar la celebración para otro día.

—¿Y sentirme culpable por ser la carga que arruina todo? —ironizó sin escarpelo— van a celebrar su aniversario número treinta, no lo arruinen por mí.

—Gracias Jungkook —Agradeció su padre—, sí algo ocurre no dudes en llamar.

Los padres de Jungkook cumplían treinta años de casados, debido a sus trabajos jamás pudieron pasar un tiempo juntos en un momento tan importante y cuando tenían el día libre con todo planeado, había ocurrido el accidente de Jungkook arruinando su felicidad, pero su hijo a pesar de ser arrogante y egoísta, los amaba con todo su corazón y de alguna manera quería agradecerles por lo ocurrido. A la final los padres del castaño salieron por un rato dejándolo solo en la gran casa, los empleados ya se habían ido debido a la hora, así que se encontraba en una gran soledad sin poder observar nada.

Jungkook decidió volver a su alcoba para estudiar un poco, su ceguera no le daba incapacidad para no seguir estudiando, sus padres habían contratado un profesor para personas ciegas y realmente le había ayudado bastante. Jungkook ya llevaba mucho tiempo leyendo un pequeño libro de amor entre dos chicos completamente diferentes, sonreía cada que sus dedos tocaban cada punto de aquel libro, pues la lectura aparte de ser hermosa y romántica, también contenía sus partes sexuales, después de un largo rato de silencio y lectura, en la segunda planta se escuchó un ruido y unos pasos que subían hasta donde estaba él ¿Era un ladrón o sus padres ya habían llegado? Jungkook no lo sabía, pero decidió salir con un bate en mano.

Si ésta historia llega a 1k de vistas, prometo subir la cuarta parte inmediatamente.

¿Quién creen que esté en la casa con Jungkook? Los leo en los comentarios. 💜💜

Alcanzando una estrella ¡Vkook! ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora