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Las cosas al otro lado del mundo estaban yendo de maravilla, Jimin había conseguido un trabajo de tiempo completo y había podido sacar a Taehyung de la cárcel, ambos empezaron nuevamente con sus estudios y una vez graduados decidieron estudiar administración, ahora Taehyung era el dueño de una prestigiosa empresa donde tenía vínculos económicos con Jimin quien vendía con entusiasmo obras se artes sacados de la empresa. El rubio había decidido estudiar y realizar una empresa de diseños porque aún tenía la esperanza de encontrar a Jungkook, y aunque las opciones eran pocas, Taehyung no perdía aquella chispa de amor.

Taehyung había aprendido el gran error que había cometido en el pasado con Yoongi y Namjoon, así que les había pedido perdón de corazón y tambien les había ofrecido trabajo en su empresa, ahora todos dependían de aquel trabajo con los errores en el pasado. Los cuatro se habían convertido en grandes amigos olvidando todo por completo, pero se sentían mal al ver a Taehyung en aquel estado que siempre mantenía, pues aunque siempre mostrara aquella hermosa sonrisa cuadrada, ahí todos sabían lo que realmente estaba pasando por el corazón de Taehyung.

—¿No has pensado en buscarlo? —preguntó Jimin mientras tomaba su café.

—Claro que lo he pensado. —respondió— pero no tengo ni la más mínima idea de dónde puede estar.

—¿Por qué no le preguntas a sus padres? —cuestinó Namjoon mientras entraba a la oficina de Taehyung con algunos papeles—. Ahora eres un hombre profesional, ya eres digno de su hijo.

—Tal vez, aunque no sé cómo reaccionen.

—Si no lo intentas no lo sabrás.

Taehyung pensó durante mucho tiempo los consejos de sus amigos, tal vez ellos tenían razón y los padres de Jungkook lo verían como un hombre de negocios, pero también podrían echarlo como un perro como aquellas veces que trató de preguntar por Jungkook cuando recién había salido de la cárcel; sin embargo, Taehyung había tomando la decisión de ir y buscar algún inicio que lo llevara hacia su amado, aunque perdiera la vida en el intento.

Taehyung tomó todo el valor que tenía y se dirigió hacia la casa de los Jeon, había salido por un momento de la empresa solo para eso, se sentía emocionado y asustado a éstas alturas todo podía pasar. Después de unos cuantos minutos, el rubio llegó en su gran Mercedes con traje elegante y bien peinado, tocó algunas veces la puerta y después de unos intentos el señor Jeon apareció.

—¿Tú? ¿Qué haces aquí? —dijo con su entrecejo fruncido.

—Vengo a exigir que me diga dónde está Jungkook —musitó el rubio con fitness.

El padre de Jungkook soltó una carcajada y simuló algunas lágrimas —Tú no puedes exigir nada, eres un pobre diablo. —sonrió— podrás tener dinero y todo eso, pero aunque la mona se vista de ceda, mona se queda.

Perdón por la tardanza, la universidad me tiene con muy poco tiempo. 🙏💜💜


Últimos capítulos.

Alcanzando una estrella ¡Vkook! ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora