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La mañana había llegado y aunque afuera estuviera haciendo un cálido día, dentro de la celda el frío seguía igual que las antiguas veces, pero para Jungkook y Taehyung era lo de menos, pues mutuamente se podían dar calor y no había nada mejor que la calidez humana. Ambos estaban dormidos encima de aquella cama dura y sucia, la pequeña sabana solo cubría sus partes íntimas dejando a la vista su torso y piernas, a simple vista se podía notar la falta de ropa y las marcas de chupetones y rasguños, solo dejaban a la imaginación una noche de placer entre dos personas enamoradas, lastimosamente la felicidad no es eterna.

Un fuerte ruido hizo que Taehyung y Jungkook despertaran de golpe, a lo lejos se podía escuchar el corazón de Taehyung latiendo con fuerza, a lo que Jungkook asumió que algo malo estaba a punto de pasar. Una voz familiar y espeluznante hizo que el castaño quisiera desaparecer, pues sabía que después de ese momento nada volvería a ser igual.

—¡Eres un sinvergüenza Jungkook! —gritó su padre haciendo que éste se levantara de inmediato.

—P-papà —titubeó el castaño tratando de encontrar su ropa, pero era totalmente imposible a lo que debió esperar a que el rubio se la otorgara.

—¿Cómo pudiste cometer semejante barbaridad? ¡Eres una ofensa para ésta familia Jungkook! —exclamó totalmente enfurecido—. Más te vale que salgas rápido y ten por seguro que jamás conversa a ver a éste... Chico.

—Señor, yo amo a su hijo, sí me permite...

—¡No! A ti no te permito nada.

Jungkook no pudo evitar llorar, conocía muy bien lo estricto que era su padre y lo más seguro es que lo mandaría muy lejos de ahí. Los guardias totalmente eufóricos, sin saber lo que estaba ocurriendo, pudieron disculpas y sacaron a Jungkook quien se encontraba gritando debido al dolor de alejarse de su amando, Taehyung trato de evitarlo, pero era algo imposible, él estaba tras las rejas acusado de robo y ahora, el padre de Jungkook haría que pasara muchos años más allí.

—¡No, Jungkook! —sollozó—. Jamás te olvidaré, tenlo por seguro.

—Yo tampoco te olvidaré Tae —susurró—, pero por favor. Se feliz.

Jungkook decidió salir por su propia cuenta y asumir el castigo de su padre; sin embrago, estaba molesto y a la vez triste, él sabía muy bien que tenía prohibido estar con alguien que no estuviera a su nivel, pero en el corazón no se manda, nadie elije de quién enamorarse y el corazón de Jungkook lo había elegido a él ¿Acaso era un delito amar? Porque si era así, ambos se declaraba culpables, ahora solo Dios sabrá lo que les preparará el destino.



¿Tienen alguna idea de por qué el padre de Jungkook se enteró?

¿Sería por Namjoon, Yoongi, Jimin o habrá un cuarto?

Alcanzando una estrella ¡Vkook! ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora