Alcanzando una estrella ¡Vkook! ✔️

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Capítulo dedicado a  YoselinPeralta872

Las clases al fin habían terminado, para Jungkook no había sido fácil llevar el ritmo de aquellos que tenían el privilegio de ver, además, el castaño podría asegurar firmemente de que el profesor de su clase había hecho todo lo posible para hacer sentir mal a Jungkook, pues no tuvo ni una pizca de compasión a la hora de explicar o dictar algún tema; sin embargo, Jungkook había hecho todo lo posible por llenar sus cuadernos de apuntes para demostrarle a todos que podía ser el mejor aunque careciera de un sentido.

Jungkook tomó sus cosas con calma y con ayuda de su bastón empezó a salir  del salón con temor de aquellos dos individuos, realmente quería saber qué tenía que ver Taehyung con ellos, pues aunque pelearan y se odiaran, hablaban con mucha facilidad, como si se conocieran de toda la vida. Jungkook estaba apunto de llegar a la salida del instituto, pero un pie importuno hizo que el castaño cayera al suelo lastimando un poco su rodilla.

—Yo me encargaré de hacerte la vida imposible —susurró Namjoon cerca de su oído—. Así te irás y no estorbarás.

—No queremos a personas como tú aquí —confesó Yoongi en un tono dolido—, los ricos creen que nos pueden tratar como basura, les demostraremos que la moneda puede caer de ambos lados.

—¡Ya déjenlo! —gritó— ¿No tienen nada mejor que hacer?

Taehyung ayudó a Jungkook a levantarse del suelo para seguir con su camino, Yoongi y Namjoon gritaban cosas que el rubio ignoraba completamente, ya estaba harto de esos dos y también estaba harto de la manera en la que trataban a Jungkook, tal vez en sus tiempos fue uno de esos riquillos problemáticos que creían que podían tapar el sol con un dedo, pero él ahora era alguien diferente y nadie tenía derecho a juzgarlo, no cuando todos aquí eran pecadores.

Taehyung ayudó a Jungkook a sentarse en una pequeña banca en un hermoso parque, el rubio adoraba ir allí, pues era un lugar muy hermoso y silencioso, perfecto para meditar y pensar sobre la vida. El rubio salió en busca de un botiquín para curar la herida reciente del castaño, para Jungkook ese acto había sido muy noble y empezaba a creer que Taehyung era más que un simple cigarro en manos. Taehyung volvió después de unos minutos con algunas cosas para curarlo, pero mientras caminaba no pudo evitar sonreír al ver a Jungkook acariciando los patos que nadaban en el lago en busca de alimento, Jungkook era diferente, muy diferente.

—Ven aquí —llamó Taehyung—, te curare esa rodilla.

—No debiste molestarte, solo es un ¡Ah! —gritó al sentir el algodón empapado de alcohol—. Eres un maldito.

—Perdón, era más fácil así —rió victorioso.

—Tú también estás lastimado verdad —murmuró Jungkook tomando un algodón — te curare.