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El día más esperado había llegado, a Jungkook le había tomado más de una hora convencer a sus padres, todo el domingo había estado ayudando y mostrándole a sus padres que ya no era el mismo niño arrogante y egocéntrico que solía ser, había aprendido la lección y ahora quería nacer de nuevo con su incapacidad; sin embrago, sus padres habían dudado una y otra vez aceptar las ocurrencias de su hijo, pero a la final decidieron darle la oportunidad y ver cómo podía arreglárselas para encajar en el mundo al que ya no pertenecía, pues sus amistades eran igual que él y tenían miedo de que lo lastimaran física y psicológicamente.

Jungkook llevaba su uniforme puesto bien planchado y con un rico perfume, su cabello castaño estaba peinado y arreglado, quería dar una buena impresión y estaba seguro que con ese look lo lograría, después de todo ¿Qué podía salir mal? Solo le faltaba un sentido, pero eso no lo dejaría sin amigos y sin la posibilidad de encontrar el amor. El castaño tomó su bastón, besó a sus padres y salió de la casa lentamente, el día estaba soleado y brillante, lastimosamente Jungkook no podía admirar dichos colores, pero sentía el calor en su cuerpo y la brisa en su rostro, había empezado de nuevo y eso lo hacía feliz.

—¿Crees que es buena idea estudiar así? —preguntó el rubio haciendo que el corazón de Jungkook latiera con fuerza.— las personas a veces suelen ser muy crueles.

—No les tengo miedo Tae —dijo Jungkook con una leve sonrisa—, ya me cansé de tener miedo siempre.

—Bueno, ojalá luego no te arrepientas —susurró con su peculiar voz cerca del oído del castaño.

Jungkook sintió como su piel se erizaba con un pequeño toque de Taehyung, quería tocar su rostro y averiguar cómo era físicamente, el interior no se podía ver, pero algo de Taehyung le gustaba mucho y aunque no sabía realmente que era, igual sabía que estaba ahí. Jungkook sintió como Taehyung empezó a alejarse de él con gran rapidez, entre más caminaba más escuchaba como el bullicio de los estudiantes se hacía presente y una pequeña emoción apareció en su pequeño. Jungkook entró al lugar guiándose por su bastón y en ese momento todos quedaron en silencio y algunos empezaron a murmurar cosas que eran hirientes para Jungkook.

—¡Miren quien llegó! —exclamó un chico a lo lejos— la gallinita ciega ha empezado a jugar.

—¡Éste no es tu lugar anormal! Vete —gritó otro chico—. No te queremos aquí.

—A ustedes tampoco los quieren y aún así siguen aquí —interrumpió Taehyung.

—No sabíamos que te juntabas con niñitas —dijo burlón el chico. Risas se escucharon a lo lejos.

—Y yo no sabía que tu mamá aún te cambiaba los pañales —contra atacó el rubio.

—No te tengo miedo Taehyung. —dijo entre dientes.

—Ni yo a ti Namjoon —sonrió.

😱😱😱

Alcanzando una estrella ¡Vkook! ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora