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Dedicado a DulceZelaya4

Jungkook tomó el algodón con un poco de alcohol y empezó a limpiar las heridas de Taehyung, pues al parecer no se las había tratado desde la pelea que tuvo con aquellos chicos en la mañana, nunca nadie había hecho algo así por él, ni siquiera aquellos que alguna vez llamó amigos. Jungkook acariciaba constantemente el rostro de Taehyung, quería saber cómo era y con lo poco que había tocado, se había dado cuenta que era un chico muy guapo y alegre, pero su adicción a las drogas lo estaba llevando al fracaso.

El castaño se acercaba más y más para tener más movimientos en el rostro del rubio, tenía muchas heridas y quería curarlas a todas; sin embargo, Jungkook no podía ver lo cerca que estaba de Taehyung, sus labios estaban a punto de rozarse con los del contrario y bochorno del momento estaba afectando las mejillas de Taehyung, pues las tenía sonrojadas por la cercanía ajena. 

—¿Qué te ocurre? —preguntó Jungkook algo atónito— tus mejillas están hirviendo.

—Y-yo me... Me tengo que ir —dijo Taehyung tartamudeando.

—Espera, aún no he terminado —musitó Jungkook con preocupación.

—Preocúpate por ti—susurró—, yo me sé cuidar solo.

Taehyung empezó a caminar lo más rápido posible lejos de aquel chico, necesitaba controlarse y su amigos que se encontraba empezando a despertar entre sus dos piernas no ayudaba. Podría asegurar sin miedo a equivocarse, Jungkook le hacía sentir cosas inefables, nunca en su vida había sentido cosas así, ni siquiera cuando estuvo tan enamorado de Jimin.

Taehyung siguió con su rumbo a casa, con su mirada perdida y sus pensamientos vagos, había tenido tan cerca a Jungkook y no había tenido el valor para besarlo, para decirle lo que le hacía sentir aunque lo hubiera conocido de la peor manera. Entre pensamientos y arrepentimientos Taehyung chocó con alguien que se encontraba sentado en el suelo, ésto hizo que cayera de forma brusca contra el césped.

—Lo lamento, no era mi intención haberte hecho tropezar —oro una voz suave y demasiado familiar.

—No pasa nada, siempre has sido una piedra en mi camino —confesó encendiendo su cigarro.

—Eso te va a mater Tae —murmuró temeroso. — no quiero que te pase algo.

—¿Tú? ¿Preocupado por mí? —rió irónico—. Nunca te importó lo que yo sentía.

—Éramos mejores amigos Taehyung, no podía sentir algo más por ti —canturreó.

—Lo sé Jimin, lo sé —no dijo nada más y siguió con su camino.

Taehyung y Jimin habían sido amigos de toda la vida, pero todo se derrumbó cuando el rubio le había confesado sus sentimientos de la manera más sincera posible. Jimin nunca tuvo el valor para rechazarlo, pero eso solo hizo que la herida fuera más grande y el perdón más pequeño, pues le había dado alas para que volara junto a él y luego lo había dejado caer sin paracaídas.

Gracias por leer 💜💜

Alcanzando una estrella ¡Vkook! ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora