14

3.1K 370 62
                                    

Jungkook se apresuró a meterse a la cama sin ir a tropezar con las cosas de la habitación, sus padres estaban a punto de entrar y él se encontraba realmente asustado. Ellos eran personas increíbles y maravillosas, pero le tenían totalmente prohibido emparejar con alguien que no estuviera a su nivel, aunque realmente al chico ahora ya no le importaba esos tontos prejuicios, se estaba enamorando de Taehyung y nadie le quitaría ese sentimiento, después de todo ¿Qué podría salir mal? Ambos se quieren y nada lo podría arruinar o eso era lo que pensaba el castaño.

Los padres de Jungkook entraron cuidadosamente mirando todo al rededor, para ellos Jungkook se encontraba profundamente dormidos, así que decidieron cerrar la ventana para evitar que alguien se metiera por allí y no poner en riesgo la vida de ellos y de su hijo, quizá solo había sido el viento, realmente nada malo estaba pasando allí, así que decidieron olvidar el tema y volver a dormir; sin embargo, una vez que se fueron, Jungkook soltó una pequeña risita y se levantó para continuar con la pintura de aquella noche, quería agregarle más colores, los mismos colores que nunca jamás volvería a ver.

La mañana siguiente todo estaba muy tranquilo, Jungkook se encontraba de muy bueno humor y su sonrisa lo confirmaba, cada vez le era más fácil acostumbrarse a los sitios sin verlos y eso lo hacía muy feliz, pero lo que sus padres no sabían, era que esa felicidad venía más por aquel rubio.

—Te veo de muy bueno humor Jungkook —mencionó su madre con curiosidad— ¿Hay algo que nos quieras contar?

—No mamá. Hoy he decidido vivir con mi condición sin importar qué. —oro con alegría.

—Me alegra escuchar eso —interrumpió su padre—, temía que cometieras una locura.

—Eso jamás papá —sonrió.

Jungkook terminó de desayunar y se dirigió al colegio sin más demora, quería sentir cerca a Taehyung y decirle lo mucho que le gustaba, quería empezar una relación con él lo más pronto posible. En el camino, Jungkook supo diferenciar mejor los sonidos y texturas, sus otros sentidos estaban mejorando y eso lo hacía suspirar de emoción, pero su corazón empezó a latir rápidamente al oler aquel aroma conocido.

—Te veo feliz Jungkook —suspiró—, yo en cambio tuve que masturbarme para evitar un dolor insoportable.

—Lo lamento —dijo apenado—.  Nunca creí que mis padres entrarían de esa manera.

—No es tu culpa, ya será para la próxima —susurró Taehyung haciendo énfasis en la última palabra. Besó a Jungkook y empezó a correr mientras encendía su cigarro.

Todo estaba perfecto, Taehyung también sentía un sentimiento muy fuerte por él, pero ellos no sabían que había un tercero deseando la muerte de ambos.

Alcanzando una estrella ¡Vkook! ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora