Extra

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La cirugía de Jungkook había sido todo un éxito, habían tardado al rededor de media hora para devolverle la vista al castaño, pero ahora, él volvía a ver los colores del mundo. Los padres de Jungkook estaban eternamente agradecidos con la persona que había donado sus córneas para su hijo, lastimosamente jamás podrían agradecerle personalmente, pues según el doctor, el donador había fallecido durante la cirugía, sus pulmones estaban colapsando y poco a poco su respiración fue fallando hasta causar su muerte. 

Los padres de Jungkook estaban tristes por la noticia, pero estaban felices porque dentro de poco, las vendas del rostro de Jungkook se quitarían y su vista volvería a ser la misma de hace algunos años atrás. El doctor le había entregado una carta a Jungkook para que la leyera una vez que su vista regresara, el castaño totalmente confundido la tomó y prometió leerla, pues según el doctor, era demasiado importante para la persona que había fallecido, el único deseo de aquel chico era que sus córneas fueran donadas a él y solo a él.

—Siempre estaré agradecido con aquella persona que me permitió ver —dijo Jungkook con una sonrisa—. Tal vez haya muerto, pero siempre verá através de mis ojos.

—Por favor, lea esa carta con mucha atención, el fallecido así lo pidió. —confesó el doctor con su rostro entristecido.

—Por supuesto, la leeré como agradecimiento.

Los días seguían pasando y Jungkook cada vez estaba mejor, faltaban pocos días para que sus vendas fueran removidas y dejara el mundo de la oscuridad. Por los pensamientos de Jungkook se colaba los recuerdos y momentos que tenía junto al rubio, le hubiera gustado conocerlo ahora que podría ver, pero eso ya era pasado, Taehyung había lastimado sus sentimientos por egoísta, aunque no podía negar que había sido un gesto muy hermoso haber pensado en su futuro antes que cualquier otra cosa.

—No lo había pensado así. —susurró el castaño para sí mismo dándose cuenta de su grave error— fui un estúpido, mi orgullo nunca debió ser más fuerte que mi amor. Yo amo a Taehyung y debí haber luchado por él ¡Qué estúpido fui!

Jungkook se levantó de su cama y decidió que ya era hora de volver a ver, sus ojos ya no dolían, ni sentía incomodidad, era el momento y también era el momento de volver a ver a Taehyung y pedile perdón por haber sido un tonto, quería que él estuviera en su vida y para siempre. Jungkook llamó a sus padres y pusieron la cita para quitar sus vendas, el momento había llegado y todos estaban felices.

El doctor había llegado rápidamente y había aceptado quitar las vendas, Jungkook estaba a unos cuantos segundos de volver a ver. Una vez que sus ventas ya no estaban, Jungkook abrió sus ojos lentamente y una gran sonrisa había aparecido en su rostro.

—¡Puedo ver! —exclamó—. Puedo volver a ver los colores, las formas, todo.

—Estamos muy felices por ti hijo —dijo su madre con sus ojos en lágrimas—, por fin volverás a ser el mismo.

—Creo que debemos ir al cementerio y agradecerle a aquel chico por todo —propuso el señor Jeon y todos asintieron.

Los tres decidieron ir al cementerio y agradecerle de corazón al donante, pero al llegar y ver el nombre en la lápida, la sangre de todos se congeló de inmediato.

—Kim Taehyung —dijo Jungkook en un hilo de voz—. No, esto no puede ser verdad.

—De verdad lo lamentamos —dijo su madre en lágrimas—, gracias a ti mi hijo volvió a ver y nosotros solo te tratamos con desprecio.

—¿De qué hablan? —preguntó Jungkook en shock— ¿Ustedes sabían que era él?

—El doctor nos permitió verlo —comentó su padre.

—Le rogamos que por favor nos dejara verlo y ésta fue la sorpresa que nos dimos, tu novio nos dio una gran lección y no pudimos pedirle perdón personalmente —suspiró—. De verdad perdonanos hijo.

Jungkook sin entender nada, abrió la carta y mentalmente la leyó.

Alcanzando una estrella ¡Vkook! ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora