Alcanzando una estrella ¡Vkook! ✔️

25

4 años después...

Jungkook se encontraba en su oficina revisando todos los papeles que el jefe le había entregado, cada uno de ellos decía al pie de la letra cómo querían los diseños cada cliente y todos allí sabían los grandes dones que tenía el castaño para el diseño y dibujo, así que cada día recibía una gran cantidad de trabajo, pero para Jungkook era el paraíso, pues le encantaba trabajar allí y lo ayudaba a no pensar en aquel rubio que tanto daño le hizo al querer alejarlo de él, pues había sido muy egoísta al no pensar en los sentimientos del castaño y solo concentrarse en lo que sería mejor para él, pero claramente lo mejor era estar al lado del rubio.

El señor Jeon había movido varias cantidades de dinero para que Jungkook fuera aceptado en aquella prestigiosa empresa. En Nueva York todo era dinero y arte, pero ninguna empresa quería contratarlo debido a su falta de visión, creían que eso sería un gran fallo y una ofensa para la empresa que lo aceptara, así que su madre compró al jefe de dicha empresa y aceptó que Jungkook mostrara su arte, dejando a todos estupefactos ante tan bellos diseños y así era como el joven había terminado en la empresa más grande de Nueva York.

—Espero que hayas adelantado mucho trabajo Jeon. —dijo el jefe con su entrecejo levemente fruncido.

—Sí, solo me faltan algunos detalles y daré por terminado la primera tanda del día —musitó con una leve sonrisa.

—Me sorprendes, trabajas mejor y más rápido que cualquiera con sus cinco sentidos. —oro con sorpresa— ¿Quieres ir a desayunar conmigo?

—¡Claro! Sería un gran privilegio —exclamó con una gran sonrisa.

Los dos chicos habían salido para desayunar dejando a un lado el trabajo, para el jefe, Jungkook era un gran diseñador y empleado, incluso algunas veces fue llamado hijo por éste mismo y el castaño estaba más que agradecido por todo. Habían pasado cuatro años y Jungkook se había convertido en un hombre maduro y responsable, había dejado a atrás aquello momentos de infantilidad y riesgo, incluso algunas veces recordaba aquel accidente que le quitó la vista y se daba cuenta de lo idiota que había sido.

El jefe y Jungkook empezaron un pequeña plática sobre la empresa y los próximos eventos que venían, también hablaban sobre que él había quedado elegido para exponer algunos diseños en una galería de arte y darse a conocer fuera de empresa, él tenía el potencial y quizá algún día no tendría que depender de la empresa y tendría una propia. Jungkook se sentía feliz por todas las cosas buenas que venían para su vida, tal vez si no hubiera perdido la vista, Jungkook no sería la gran persona que ahora era.

Gracias por leer
🤩💜

Últimos capítulos.