Lucía.
—¡Amiga! —le grité con la respiración agitada. No sé como chucha corre tan rápido si es como una pulga. —¡Ya po' Kiara, espérame!
Se detuvo cuando entró al baño. Sabía que se iba a encerrar ahí, nunca la había visto así de mal y lo que más me causaba conflicto de todo esto es que era la Michelle era la causante de esto.
¿Que huea le estaba pasando a esa hueona?
—Kiara ábreme la puerta. —le pedí, tomándome las rodillas para retomar todo el aire que había perdido. Tenía la capacidad física en la fosa de la mariana. —Ya po' amiga.
La puerta se abrió y la ví sentada en el baño sollozando.
—Venga mi wawita. —la abracé fuerte y ahí empezó a llorar. —Tranquilita.
Sabía que los comentarios así siempre le afectaban porque hace dos años la Michelle se metió con el hueon que le gustaba a la Kiara, bueno, en ese tiempo era su pololo; así que quedó la cagá y la Kiara cayó en depresión porque todo el liceo se enteró y la molestaban hasta acá en el baño.
—¿Por qué siempre me pasa lo mismo Lulú?—me preguntó llorando. —No sé que tengo de malo que siempre que quiero a alguien se va con otra persona. —se frotó los ojos. —Quiero al Matías y no sé porque lo quiero ni por que me gusta, sí me cae como las hueas.
Sonreí de extremo a extremo.
—¿Y el Pablo amiga? —le pregunté, ignorando mi felicidad. —¿Hay estado más con él en este tiempo para a ver si te sacabai al Matías de la cabeza?
Asintió y sacó un pedazo de papel para sonarse.
—El Pablo es gay. —me respondió. La verdad sí me lo esperaba, se le notaba un poco. Aunque debí sospecharlo cuando el Quique nos contó que se pelaba con él, pero en ese momento supuse que era bi. —Aparte el Matías es su amigo, no le haría eso. El Pablo se lo dijo al Matías, pero el hueon estuvo ni ahí.
Ahueonao.
—No te pongai así por los comentarios ahueonaos de la Michelle. —le corrí el pelito de la cara para acariciarla. —Yo creo que deberías hablar con el Matías y decirle lo que te pasa con él, en una de esas él también te quiere amiguita.
Me miró con los ojitos brillosos ilusionada.
—¿Tú creís? —me preguntó con ilusión. —Es que igual me da un poco de miedo.
—Lo sé bebé, pero la vida es de riesgos y la Kiara que yo conozco se arriesga por las cosas que quiere.
Sonrió de oreja a oreja y me abrazó.
—Te amo tanto.
Le correspondí el abrazo, mientras le hacía cariño en la espalda. Estuvimos un rato así hasta que le dió la locura de nuevo y se levantó para ir a lavarse la cara.
—Estai con toda la cara hinchada. —le dije mirándola desde el suelo. —Te veís tierna.
Me levantó el dedo de en medio.
jajaj tan poco que le duró la ternura.
—Chistosa culia. —me dijo, mientras se miraba en el espejo. —Voy a ver al Pablo ahora y porfa, si preguntan por mí, no digai nada.
Al principio negué, pero después terminé por asentir. No quería que estuviera mal y no la obligaría a enfrentar algo que aún le daba miedo o que no estaba preparada.
—Nos vemos a la salida cariño mío.
Salí del baño junto con ella y estaba el Pablo esperándola con una sonrisa.

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Bájate de la nube [EDITADO]
Novela Juvenil[CHILENSIS] Él, un mino al que nunca le dicen que no. Ella, una mina dispuesta a bajarlo de su nube. ¿Qué tan malo podría ser eso?