V E I N T E

2.2K 122 1
                                    

Matías

Dejé a la Kiara durmiendo, mientras bajaba para hacerle el desayuno.

Hay que ser romántico y dedicados cabros, así se mantiene una relación recíproca.

Buen día corazón. —le di un beso en la frente a mi Lela. —¿Y su polola?

Me reí.

Mi polola...Nunca pensé estar en esta situación.

Ella era la más feliz con que estuviera con la Kiara, supongo que el Camilo también estaba feliz por mí aunque no lo ha demostrado, pero en fin, no sé por qué sigo esperando algún tipo de demostración de su parte.

—Está durmiendo Lela, no la quise despertar porque se pone media chuky. —le dije y me pegó con el paño de cocina. —¡Ay! eso pega fuerte po' Lela.

—¡Respeta!

Rodé los ojos para molestarla. —¿Me ayudarías a hacerle un desayunito?, es que quiero que sea sorpresa. —la abracé por los hombros, mientras me miraba divertida. —Tú cachai que tu nieto es todo un galán.

Me pegó con el paño otra vez.

—Déjate po' romeo. —me sonrió. —Espero que le eches ganas y no se te queme el pan cómo la otra vez.

Me ofendí. —Txa Lela me tenís súper poca fé, quedarán súper bien. —saqué lo que iba a ocupar y me puse el delantal de cocina. —Ya vai a ver, me quedará terrible rico el desayuno.

—Ay Matías, Matías. —negó con la cabeza, mientras reía. —Mejor voy a ver a tu papá que lo mandé a regar mis plantitas y de seguro las está regando mal.

Asentí y puse mis dotes de chef en marcha.

*ೃ༄

¡Ya po' Kiara! —la miré amurrado. —¿Te gusto o no?

Ella solo estaba riéndose, mientras le sacaba fotos a mi terrible desayuno. Habia hecho panqueques y la masa me quedo media mala, pero gracias al cielo el manjar arreglaba por completo la situación. Pero, el otro lado salado del desayuno, se me quemó el pan y la mantequilla nicagando lo salvaba.

Miré el pan con cierto desagrado porque realmente parecía carbón la huea.

Me rindo, nunca más haré esta huea. Mentira, voy a seguir practicando hasta que el desayuno me quede terriblemente weno.

—Sí, está rico. —se echó un pedazo de panqueque a la boca. —Solo que se te quemó un poquito, pero todo está muy rico.

Me senté al lado de ella, mirándola con cierta duda porque en verdad el desayuno se veía terrible.

—No te vai a comer esta huea. —le dije con mala cara, sacando el pan del plato. —¡Por andar pensando en ti se me quedó el pan po'!

Se rió otra vez y me dió un besito entre risas.

—Gracias, está todo muy rico.

Sonreí y le corrí el pelo detrás de la oreja.

—Es lo mínimo que te mereces. — le dije, robándole un pedazo de panqueque. —Por lo menos estás hueas me quedaron buenas.

Terminamos de comer, bueno yo había terminado de comer porque la mitad de su desayuno me lo comí yo, por lo que me puteo un buen rato, pero después de eso lo chuky se le pasó y nos quedamos el resto del día regaloneando.

No podía estar más feliz.

*ೃ༄

El fin de semana había pasado rápido y ya me había levantado para ir al liceo, ahora me gusta ir al liceo.

Bájate de la nube [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora