Marinette era un libro abierto. Siempre cercana, siempre empática, siempre con el rostro lleno de tantas emociones. Pero en realidad, Marinette estaba plagada de secretos. Algunos ni ella misma los conocía. Fic del reto #marinettemarch2021.
El desfile estaba cada vez más y más cerca. Ya casi podía sentir el frenesí de los miembros de producción corriendo de un lado para otro entre bastidores mientras ella se dejaba cada latido de su estresado corazón en tener perfectos a los modelos que se mantendrían como inmóviles estatuas en sus posiciones hasta que ella diera el pistoletazo de salida. Se le aceleraba el pulso de solo pensarlo. Le era difícil ser consciente de que realmente aún no estaba inmersa en el caos del evento porque lo sentía en cada una de sus células mientras se quemaba las pestañas con la máquina de coser.
Tenía que seguir con su trabajo, con su sueño. Sería la primera vez que podría lanzar un desfile tan grande, que su marca tendría tantos ojos al pendiente de lo que fuera a enseñar. Aunque nunca había anhelado la fama y la pompa de las grandes firmas, sí que soñaba con estar orgullosa de su trabajo, de crecer, de que sus creaciones llegaran a más gente y que su arte les llegara al alma.
Cada pensamiento, cada trazo, cada corte y cada puntada eran pequeños pasos en esa dirección. Quería que su visión de la moda, del arte, conmoviera y enamorara. Tanto como le había pasado a ella. Que su trabajo fuera sugestivo, que otras personas encontraran en ella la misma fuente de inspiración que para ella habían sido otros increíbles artistas que la habían ayudado tantísimo. Y que su trabajo alcanzara a una niña que deseara crear su propio mundo, contar sus propias historias y darse cuenta de que podía, que no era rara ni estaba soñando de más, que realmente tenía el valor y el corazón para hacerlo.
Estaba tan centrada en el trabajo que ignoró deliberadamente lo que había ocurrido en la casa rural. Cuando venían pensamientos en esa dirección o liberaba un suspiro melancólico, se obligaba a volver la atención completa a sus diseños y el calendario que cada vez la apretaba más y más. Y, sí, lo hizo con más ahínco cuando vio las llamadas de Adrien en su teléfono. No respondió a ninguna.
Domingo, 14 de marzo de 2021
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¡Hola a todos, lindas flores!
No me odien, no me odien. Aunque supongo que después de lo que ocurrió en el capítulo anterior, leer esto bajo el título "seguir adelante" les tiene que dar ganas. Lo siento jajajajajajajaja
Bueno, pues con esto y un bizcocho, ¡nos leemos pronto!
