Sus desventuras como Ladybug eran muchas y la mayoría habían quedado retratadas en las noticias o en las redes sociales de los ciudadanos de París en un momento u otro. Por suerte, o por desgracia, las desventuras de Marinette Dupain-Cheng no eran tan conocidas.
Así que cuando se vio de niñera por el favor de un amigo, no pudo más que aceptar. Con el paso de los años, Jagged Stone había pasado de ser una estrella a la que admiraba a un amigo en el que confiar. Su sentido del humor y su carácter libre solían ser una liberación para su día a día, que podía llegar a ser tan cargado de responsabilidades que tenía los músculos del cuello contracturados de pura tensión y ansiedad.
Claro, no se esperaba que cuando le pidió el favor de cuidar de su bebé se tratara de un cocodrilo. Bueno, de un cocodrilo sí, había cuidado de Fang en más de una ocasión y, pese a sus dientes afilados y su piel escamosa, había aprendido a que era de lo más dócil y hogareño. Lo que sí no se esperaba era el marrón de cuidar de un bebé cocodrilo.
—¡Fang ha sido papá! —exclamó Jagged cuando ya la tuvo en la casa—. Y nuestro papi puede estar solo un par de horas, pero Fangie es tan delicado que necesita atención constante.
Jagged le puso a Fangie en brazos antes de que pudiera decir ni una palabra. Marinette estaba estupefacta.
—Espera un momento, Jagged.
—Te he dejado todas las instrucciones en la nevera, pero no te dará mucho problema. Fangie es tan guapo como su padre.
—¡Espera, Jagged! ¡Jagged!
Pero sus gritos fueron ignorados fácilmente por las palabras de despedida de Jagged, que le lanzó dos besos al aire y cerró la puerta de la casa dejándola sola. Miró al bebé de cocodrilo que tenía en brazos. No medía más que una iguana grande, aunque sabía que eso no sería por mucho tiempo.
Lanzó una mirada a Fang, que estaba estirado en el terrario y la ignoraba. Solo le faltaba decir "Este es tu problema así que búscate la vida", aunque lo que hizo fue gruñir por lo bajo.
—Pues sí es tu problema, señorito —le reclamó Marinette—. ¿O piensas que fui yo la que puso el huevo?
A efectos prácticos, Fang tampoco había puesto el huevo, pero había participado en el proceso de magia potagia. Marinette suspiró, volviendo a mirar a Fangie, que permanecía inmóvil en sus brazos.
—¿Y ahora qué hago yo contigo?
Pues Jagged sí tenía claro lo que ella tenía que hacer, porque le había dejado el lío de alimentarlo con una pasta de grillos y gusanos que le dieron arcadas, darle a Fang algunas ranas secas, cuidar que las luces estuvieran siempre en la temperatura adecuada, que el agua estuviera en la temperatura correcta por no decir el par de mordiscos que pudo evitar de milagro, aunque su blusa no podía decir lo mismo. Observó la manga desgarrada y los ojos inocentes de Fangie, que la miraba como si aquello no fuera culpa suya. Miró el reloj, apenas había pasado una hora.
—Voy a matar a Jagged después de esto, va a salir en su próximo concierto vestido de Maria Antonieta como Marinette que me llamo.
Sábado, 20 de marzo de 2021
¡Hola a todos, lindas flores!
El capítulo de hoy es bastante más corto de lo usual, y un poco más bobo, pero después de los últimos días creo que nos viene bien jajajajja. No todo iba a ser tensión y drama en este fic, ¿no?
En fin, les aviso que se viene una semana un poco rara, pero bueno, ya nos quedan apenas once capítulos para terminar el reto. ¿Preparados?
Pues con esto y un bizcocho, ¡nos leemos mañana!
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Los secretos de Marinette
FanficMarinette era un libro abierto. Siempre cercana, siempre empática, siempre con el rostro lleno de tantas emociones. Pero en realidad, Marinette estaba plagada de secretos. Algunos ni ella misma los conocía. Fic del reto #marinettemarch2021.