MIS PRIMERAS VECES

Mi primer amor

Desde que salí del Hogar de Pony me he dado cuenta que la vida es muy diferente a como la viví con mis madres. En casa de los Leagan tuve momentos muy complicados, de los cuales aprendí a ser más fuerte gracias a que siempre me sentí acompañada del amor que me cobijo desde mi infancia, el amor de mis madres me lo llevé el día que salí del hogar de pony.

También hubo otras personas que me ayudaron a reponerme en los momentos más difíciles, Albert estuvo presente dándome su apoyo y abriendo mi mente a nuevos horizontes, pues su forma de vivir es sin duda más difícil que la mía. No puedo negar que también viví tiempos muy hermosos al lado de los Andrew y que ahora que me dirijo a Inglaterra me es muy triste recordar, sobre todo a Anthony.

Hay un hoyo en mi corazón, creo que nada va a volver a ser igual para mí de ahora en adelante, aunque he dejado de llorar por él, sé que será muy difícil que lo olvide y que deje de pensar en sus ojos, en su noble sonrisa, pues a pesar de nuestra edad, él y yo tenemos un lazo indestructible en nuestros corazones, sé que no lo volveré a ver y ese dolor me cala hasta los huesos; pero en ocasiones siento que no se ha ido del todo, siento que despertaré y lo escucharé llamarme "Candy, mi Dulce Candy".

Estoy segura que en toda mi vida no habrá para mí otro amor así, tan conectados, nuestras almas estaban unidas y nuestros corazones latían al mismo ritmo, no podía dejar de verlo a los ojos, adoraba ver su cara; era tan natural sentir el calor en mi pecho al estar cerca de él, no había nada mejor que estar a su lado.

La Dulce Candy es el mejor regalo de cumpleaños que he recibido en la vida, además Anthony me regaló el día de mi cumpleaños, ¿Quién me podría amar mejor que Anthony?

Cuando me adoptaron me volví la persona más feliz del mundo, por poder estar siempre cerca de Archie, Stear y mi Anthony.

Ese fue mi primer amor.