Los personajes de esta historia no me pertenecen, escribo solo con fines de entretenimiento.
Por fin llegaron las ansiadas vacaciones para los jóvenes del colegio san pablo. Habian concluido el año escolar y la totalidad de los alumnos prefirieron abandonar el colegio para poder disfrutar de la compañía de sus padres y familiares en sus lugares de origen, algunos más como Annie, Patty y Candy decidieron acudir a la Escuela de verano en Escocia, pues los padres de Annie estaban de viaje en la India por cuestiones de trabajo del Señor Britter, ella prefirió estar cerca de Archie quien iba a pasar las vacaciones coincidentemente en la Mansión de los Andrew que tenían también en Escocia; Patty quien estaba habituada a vivir lejos de su familia, ahora sentía un deseo de mayor independencia al querer seguir los pasos de su gentil galán ojiazul, tenía miedo que si se alejaba él podría conocer otra señorita más atractiva y más extrovertida que ella, aún no había un noviazgo, pero su sexto sentido le decía que debía estar cerca de él.
Candy escribió una carta a sus madres del Hogar de Pony platicándoles lo maravilloso que había sido el festival de Mayo, su reencuentro con Annie, les platicó además de lo estrictas que eran las religiosas del colegio, pero también que algunas de las monjas eran muy buenas con ella, que no se sentía tan sola y que cada día sentía que podía llegar a convertirse en una dama. De Terry no les platicó pues quería mejor guardarse esa sorpresa para cuando fuera a verlas a América en las vacaciones de navidad, además aún no revelaba su noviazgo con sus amigas y tenía miedo que alguien pudiera interceptar su carta y leerla.
En el colegio San Pablo reinaba una paz y también un vacío ahora que sus habitantes lo habían abandonado para avocarse a actividades mas recreativas y que de acuerdo a su edad les proporcionaban más libertad y alegría. Aun no eran tan mayores para tomar responsabilidades con seria formalidad, así que podían permitirse algo de diversión, sin duda una edad hermosa es la adolescencia.
Terry se encaminaba al castillo de Grandchester a despedirse del Duque, pues ahora que habían reanudado su relación poco a poco, tenía el propósito de darle la oportunidad a su padre para acercarse más.
-Bienvenido Terruce! No esperaba que quisieras pasar tus vacaciones este año en el castillo- lo recibió el Duque con un abrazo en el jardín donde tomaba el té esa mañana de Junio.
-Buenos días Duque, la verdad es que vine a despedirme, parto ahora mismo a Escocia, mi deseo es alejarme lo más que pueda del Colegio- le dijo con una sonrisa ligera en su bello rostro.
A su padre no le pasó desapercibido el brillo en los ojos que reflejaba un corazón en paz y tal vez podría atreverse a decir que hasta enamorado.
-Vaya Terruce, es una sorprendente novedad verte sonreir, me alegra verte así-
-Bueno, en realidad ya necesitaba dejar un tiempo las obligaciones escolares para poder relajarme, si no le molesta Duque, vine a recoger algunas cosas para llevarme a mi viaje- algo incómodo por la mirada escrutadora del Duque, desvió la vista hacia adentro del castillo encaminando sus pasos rápidamente a sus aposentos.
-Espera Terruce, jajajaja, ¡Ah que muchacho!- se quedó con la palabra en la boca viéndolo ingresar al interior del castillo, parecía tener prisa y era evidente que algo más lo impulsaba a ello, en otra época él mismo vivió esa ansiedad que surge de estar enamorado, comprendió que debía permitirle a su hijo vivir también sus nuevas experiencias, si éstas lo hacían notablemente más feliz.
El Duque se adentró al castillo y buscó entre sus pertenencias más resguardadas en la secrecía de un armario oculto en la pared un cofre con recuerdos de los tiempos felices de su pasado. Cada que sentía soledad y nostalgia recurría a lo que había tras de esa pared. Cartas, un listón con un mechón rizado de cabellos dorados, un guante de encaje beige, un acta de matrimonio, boletos del teatro, varias fotos y recortes de periódico, un reloj de bolsillo regalo de Eleanor, entre otras cosas que brindaban consuelo a su dolorido corazón. Estaba guardando estas cosas cuando se escuchó un toquido a su puerta.
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MIS PRIMERAS VECES
FanfictionCandyfic Candy nos abre su corazon de adolescente, aun con el dolor de haber perdido su primer amor. En esta historia veremos sus primeras veces. Candy y Terry. NO ME PERTENECEN LOS PERSONAJES DE ESTA HISTORIA. ESCRIBO SOLO POR ENTRETENIMIENTO.