MI AMOR

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Este capítulo contiene escenas para mayores de edad, si eres de criterio sensible, abstente de leer, pero si no, disfrútalo. Los personajes que aparecen en esta historia no me pertenecen, solo escribo con fines de entretenimiento.

Habia sido un festival muy colorido y los chicos se dieron la oportunidad de disfrutar de la música, del baile, del desfile y de las nuevas parejitas que se habían formado ese dia. No podemos dejar de lado también que nuestros queridos rebeldes tuvieron momentos inolvidables.

Terry se encontraba en la sala de música tocando el piano, había vuelto a él la inspiración para seguir aprendiendo a interpretando piezas que no le habían interesado, esta vez era Chopin, repasaba en su memoria los momentos del festival de mayo al lado de la pecosa, cada nota era una mueca graciosa de ella, era una mirada, un gesto de coquetería, un sonrojo, todo de ella le daba el empuje a seguir y seguir tocando las piezas que empezaba a descubrir, el nocturno op.27 num.2 a pesar de ser de un aura nostálgica era para el inglés una de las piezas que ilustraban sus sentimientos que empezaban a florecer como los narcisos en esa época del año. Una risilla escapó de él al remembrar lo acontecido el día anterior.

-inicia flashback-

Terry no dejaba de mirar a Candy mientras ella contemplaba el atardecer, la sensación que le producía poder estrechar su mano mientras charlaban, no le bastaba al castaño para saciar sus ansias de ella. Si, él era de naturaleza apasionada, pero algo que había descubierto es que ella también, aun y siendo una chica inocente, había algo que empezó a surgir en su pecho cada que él la atravesaba con su mirada hechizante, cuando tomaba su mano al bailar y la abrazaba por la espalda, la sensación acariciante en su corazón la dejaba extasiada.

-Terry vamos al salón de baile, para encontrarnos con Patty, Annie, Stear y Archie- dijo ella

–Aquí tenemos nuestra propia fiesta pecosa, además cuando pasé por el salón me di cuenta que la gordita y la tímida estaban muy entretenidas bailando con el genio y el presumidito de tu primo- Terry aun no confiaba en el primo de Candy, pues gracias a él, pudo haberla perdido definitivamente.

-¡Terry! No le pongas apodos a los chicos, verás que si los conoces te van a agradar, además Patty y Annie son mis amigas- Candy hizo un puchero y se volteo con los brazos cruzados en el pecho. Terry no quería molestarla, aunque era delicioso para él incordiarla, era su sentido del humor natural, no quería que ella se enojara con él.

–¿Mi Tarzán pecosa está enojada conmigo?¿Qué haré para que sonría?- se le acercaba por la espalda y ponía su barbilla en el hombro izquierdo, Candy dio un pequeño brinquito y al sentir las manos de Terry sobre sus costados no se movió a la espera de su siguiente movimiento.

–A ver pecosa, dime ¿Sigues enojada?- su voz era como un ronroneo y Candy empezó a rendirse a su cariño. –Bien, como no me dices nada, entonces pondré el plan cosquillas en acción- le clavó los dedos en las costillas y en la espalda lo que hizo que ella se revolviera en su lugar en carcajadas y él también no dejaba de reir contagiado por ella. –Aaahhhjjajajajajajajajaj, no Terry, jajajaja, déjame jajajajaja- Terry siguió haciéndole cosquillas hasta que ella se revolcó en el suelo de la risa, y él seguía sobre de ella y agitados los dos se encontraron sus miradas. La agitación de la risa había provocado el sonrojo de ella y él acercándose a su rostro con la confianza de ser correspondido, adoró sus pecas con los labios, volvieron a verse con embeleso y disminuyendo poco a poco el sobresalto de la risa, sus corazones agitados ahora por tenerse tan cerca fueron guiándolos a descubrir un nuevo beso.

MIS PRIMERAS VECESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora