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Joel estaba preocupado Zabdiel no había aparecido en el trabajo desde hace una semana, le había marcado a su celular y al teléfono de su casa pero no contestaba. Le pregunto a Lu si Zabdiel se había reportado enfermo pero ella le había dicho que no, saliendo de la estación condujo su auto hacia el departamento de su mejor amigo.

Al llegar, bajo del auto y fue hasta el departamento. Tomo la llave que Zabdiel escondía debajo de la alfombra de la entrada y abrió la puerta, camino directo a la habitación del rubio y lo vio durmiendo, se acercó y lo despertó.

—Zab, ¿qué es lo que te pasa?

El rubio se sentó en la cama y miró al mexicano—Chris terminó conmigo.

Joel observó los ojos rojos del rubio y sabía que había estado llorando probablemente toda la semana en la que había desaparecido.

—¿Por qué Chris haría eso?

—Porque lo engañe con Alexia.

—¡¿Qué?!—el mexicano gritó y Zabdiel se tapó los oídos, le dolía la cabeza.

—Joel no grites, me duele la cabeza.

—Perdón pero, ¿cómo es eso de que engañaste a Chris?—observo como el rubio agachaba la cabeza—. ¿Fue en algún momento en el que salían solos?

—No, Joel... tenía que decirle eso a Chris.

—¿No lo engañaste verdad?—el rubio negó—. Entonces, ¿por qué le mentiste?

—Javier sabe de mi relación con Chris, tenía que alejarlo de alguna forma.

—¿No se te ocurrió una mejor idea? Zabdiel ese chico te ama y seguramente ahora tiene el corazón destrozado.

—Yo también lo amo, no es el único que tiene el corazón roto Joel. Lo amo tanto que duele, cuando supe que Javier sabía de él mi corazón y todo mi mundo se detuvo, salí a buscarlo y cuando finalmente lo tuve en mis brazos pude sentirme en paz. No podía arriesgarme a que Javier le hiciera algo por eso decidí mentirle.

—Zab..— se acercó a su amigo y lo abrazó—. ¿Por qué no se lo vas a decir?

—Dijo que no quiere volver a verme y me devolvió la pulsera, lo mejor es que cada uno siga con su vida—se separo del abrazo y se levanto de la cama—. Gracias por venir, me doy una ducha y nos vamos.

—Zabdiel, Chris es lo mejor que te paso ¿vas a dejarlo ir?

—Si tengo que dejarlo ir para que este a salvo lo voy a hacer.

Joel suspiro frustrado, Zabdiel no iba a cambiar de opinión fácilmente. Esperaba que realmente estuviera tomando la decisión correcta, salió de la habitación y fue hasta la sala comenzado a levantar las botellas de cerveza, su mejor amigo necesitaría mucho café.

(...)

Christopher se encontraba en clases, Yoandri estaba sentado junto a él y ambos miraban atentamente al profesor de la materia de Semiología.

Una hora más tarde la clase había terminado, ambos fueron en busca de Johann. Lo encontraron hablando con una chica pelirroja, Yoandri no veía contento la situación, ella le estaba coqueteando a Johann.

Chris sonrió cuando Yoandri se soltó de su agarre y fue a abrazar a Johann, el ecuatoriano le sonrio feliz y dejó un beso en la cabeza del pelinegro. Quiso reír al ver la cara de sorpresa de la pelirroja pero se contuvo. Se acercó a sus amigos y la chica ya se había ido.

—Esa chica te estaba coqueteando, ¿qué vas a decir en tu defensa Johann Vera?—el pelinegro se cruzó de brazos.

—Yoyo, amor tengo al novio más precioso, amable, cariñoso del mundo no necesito a nadie más. Además solo me estaba preguntando algo de la clase.

—Puede preguntárselo al profesor o a cualquier otro compañero.

—Te amo celoso.

—También te amo Joli—el más alto se inclino y dejo un pequeño beso en los labios de su novio. Chris los observaba felices, siempre serían su pareja favorita.

—Bueno, veníamos a buscarte con Chris porque queremos salir a comer.

—Esta bien, ¿a dónde vamos a ir?

—Hay un nuevo restaurante por aquí cerca, dicen que la comida es buena.

Johann asintió y los tres comenzaron a caminar hacia allí. Ninguno tenía más clases y tampoco querían ir a su casa, charlaron y cuando menos se dieron cuenta ya habían llegado.

Los amigos buscaron una mesa y se sentaron, una mesera se les acercó minutos después y les entregó el menú. Informándoles que volvería en unos minutos para tomar su orden, Chris comenzó a mirar el menú y ya tenía decidido que iba a comer. Su vista se dirigió hacia la entrada del restaurante y se tensó, Yoandri notó la mirada fija del castaño en dirección a la puerta y volteó a ver y definitivamente tenían mala suerte.

Johann carraspeo llamando la atención de su novio y su amigo.

—¿Que pasa?

—Es que el ex novio de Chris acaba de entrar— el ecuatoriano volteó y observó a un pelinegro y a un rubio en la entrada del restaurante.

—¿Te dejó por ese chico?

—No, Joel es el compañero de Zabdiel—contesto el castaño—. Podemos ordenar y olvidar que están aquí.

La pareja asintió y continuaron observando el menú, la mesera llegó para tomar sus órdenes y les dijo que su comida estaría lista en unos minutos.

—Ninguno de los dos voltee, Joel está caminado hacia aquí.

—Hola pequeño hombrecito.

—Hola Joel, ¿qué haces por aquí?

—Solo viene a almorzar, al parecer ustedes también.

—Si, ellos son Yoandri y Johann—presento a sus amigos.

—Un gusto, no les quito más tiempo—le sonrio y se fue hacia su mesa.

El castaño soltó todo el aire contenido, Joel y Zabdiel habían conseguido una mesa cercana a la suya. Su comida llegó minutos después y comenzaron a almorzar y charlar. El castaño dirigía su vista hacia la mesa del rubio y de vez en cuando cruzaban miradas pero rápidamente la apartaba.

—Voy al baño—informó y sus amigos asintieron, el castaño se levantó y caminó hacia el baño. Ingreso y fue hacia el lavamanos, controlando su respiración. Zabdiel le había roto el corazón, lo habla engañado.

Escucho como alguien más ingresó al baño y se volteó encontrándose con el rubio.

—Chris

—Hola Zabdiel

—Necesitaba un poco de aire, Joel hablando con Erick puede ser un poco empalagoso—el castaño asintio y cuando quiso salir el rubio lo tomo del brazo y lo acorraló contra la pared.

—Zabdiel mis amigos me están esperando.

—Perdón por romperte el corazón bonito pero era la única salida.

—¿Única salida?

—Javier descubrio que estaba saliendo con vos, no podía arriesgarme a perderte.

—¿Y la mejor salida era acostarte con tu ex? Y después dejarme.

—Te mentí, no me acosté con ella.

—¿Por qué no me explicaste toda la situación?

—No lo sé, solo quería mantenerte a salvo.

—Yo te voy a decir porque, nunca me amaste, cuando tu ex volvió a aparecer en tu vida decidiste dejarme porque aún la amas—lo miro a los ojos—. No fui más que un pasatiempo Zabdiel, es hora de que lo admitas.

—No Chris, no fuiste un pasatiempo—acarició su mejilla—. Te amo y por eso lo mejor es mantenerte lejos de mi.

El castaño comenzó a derramar pequeñas lágrimas que Zabdiel limpió rápidamente—. Te amo Zabdi— el castaño juntos sus labios en un beso envolviendo sus brazos en el cuello del rubio y éste lo tomó de la cintura. Se separaron por falta de aire y Chris salió rápidamente del baño, no miraría hacia atrás porque si lo hacía no podría dejar a ir a Zabdiel.

Sobrepasar los límites Donde viven las historias. Descúbrelo ahora