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Zabdiel se encontraba arreglando su camisa, ya había pasado un mes desde la última vez que había visto a Christopher.

—Alguien se ve muy guapo—. se volteó encontrándose con Lu.

—Gracias Lu, vos también te ves guapa—le sonrió.

—Gracias Zab, es hora de irnos—el rubio se acercó y rodeó su cintura, saliendo del departamento. Subiendo al auto del puertorriqueño, Lu puso música y Zabdiel negó divertido al verla bailar—. No puedo creer que Joel vaya a pedirle matrimonio a Erick.

—A todos nos sorprendió, Joel debe estar muriendo de los nervios.

—¿Tenes el anillo verdad?—el rubio asintió y estacionó. Ambos bajaron y Zabdiel se acercó a la pelinegra y rodeó su cintura con su mano e ingresaron juntos al restaurante.

Joel se acercó a ellos y les sonrió—. Al fin llegaron.

—Tranquilo amigo, está vez fue culpa de Lu.

—Mentiroso—río y se separo del rubio—. Zabdiel es el lento.

—Yo no soy lento—se cruzo de brazos y sus amigos rieron—. ¿Dónde está Erick?

—Con sus papás y los míos, siento que voy a desmayarme en cualquier momento.

—Tranquilo Joel, todo va a salir bien—Lu acaricio su hombro—. Pero creo que igual necesitas un trago.

—Nada de alcohol Lu— regaño Zabdiel.

—Pero es para Joel—hizo un puchero. El rubio negó y comenzaron a caminar hacia la mesa donde estaba Erick. Saludaron a todos y comenzaron a cenar.

Zabdiel le pasó la cajita a Joel por debajo de la mesa y el rizado carraspeo llamando la atención de todos.

—Yo quiero decir algo— toda los miraron expectantes—. Erick, cariño—tomó la mano del ojiverde e hizo que se levantara—. Mi vida se siente completa ahora que te tengo en ella, no puedo imaginarla sin tenerte en ella. Erick Brain Colon, ¿te casarias conmigo?

El ojiverde asintio y abrazó a Joel, las madres de ambos chicos limpiaban sus lágrimas y los demás aplaudían.

—Te amo Joey.

—Te amo Er.

Zabdiel los miro enternecido y su pecho le dolió un poco, Lu rápidamente tomo su mano y le sonrió, el rubio le devolvió el gesto y dejó un beso en su cabello.

Se separó y fue a felicitar a la pareja, unos minutos después brindaron y pudieron el postre. Los padres de los novios se despidieron poco tiempo después dejando solo a los cuatros policías.

—¿Que tal si salimos y vamos a celebrar?

—Creo que ellos ya tienen una idea en mente de como festejar, Lu—los novios se sonrojaron y Zabdiel río.

—Hay un club a unas cuadras, ¿les parece si vamos allí?—pregunto el ojiverde. Todos asintieron y salieron del restaurante, conduciendo hasta el club.

(...)

El castaño se encontraba en la casa de Johann, estaban estudiando para su próximo examen. Además el castaño quería aprovechar los últimos días de Johann en Los Ángeles.

—Bien, es suficiente, creo que ya estamos listos para ese examen Chris— el castaño asintió—. ¿Pedimos una pizza?

Antes de que el castaño contestara su teléfono sonó, observo la pantalla y Yoandri lo estaba llamando, contestó poniendo el altavoz y espero a que el pelinegro hablara.

—Chris, tenes que venir al restaurante de mis papás rápido.

—¿Yoyo que pasa?

—Zabdiel está aquí con una mujer.

Sobrepasar los límites Donde viven las historias. Descúbrelo ahora