Capítulo 15.

731 53 2
                                    

[Sábado 6 de marzo]

Parte narrada por Isaac Henderson.

Después de ir con Rose a la estación de policía a poner una demanda en contra de Sullivan, nos encontrábamos comiendo en un restaurante sencillo que ella me recomendó. Parece gustarle mucho el lugar y la comida porque me platica muy feliz lo que este lugar le trae de recuerdos de Wisconsin.

Y bueno, sí, sí accedió a salir conmigo.

—¡No tienes una idea de nada! —se ríe—. Al menos en mi casa, a mi madre siempre le ha gustado cocinar comida casera y es deliciosa.

—Hablas de la comida de tu madre así y ya se me apeteció. ¡Seguro es muy buena!

—¡Por supuesto! —se emociona y sonrío—. Es deliciosa, algún día tendrás que probarla. No te arrepentirás.

—Claro...

Mi móvil vibra sobre la mesa y me disculpo porque tengo que responder, es una llamada de mi madre.

—Hola mamá.

—¡Cariño! ¿Cómo estás? —pregunta pero ni siquiera me deja responder—. Solo te llamo para recordarte que ya terminó febrero y... ¿Recuerdas algo?

—No, ¿qué debería recordar?

—¡Que te dije que si no tenías novia para cuando se acabe el mes, yo te iba a conseguir una!

Cierro los ojos inmediatamente que escucho eso. No puedo creer que se haya acordado. Creí que solo se trataba de una manera de presionarme y que terminaría solo en eso.

—¿De qué estás hablando? ¿Cuándo me dijiste eso? —me hago el que no sé y miro a Rosalie comer.

—¡Ay, Isaac! Sé que lo recuerdas perfectamente, ahora dime si ya tienes una novia o me veré obligada a buscarte una. Recuerda también que la próxima semana es la ceremonia de graduación de tu primo y tenemos que ir a Irlanda, tienes que llevar a tu novia para presentarla con la familia.

—Te dije que no iría, tengo mucho trabajo.

—Vas a ir y no voy a aceptar un no, Mathias.

Aprieto mi mandíbula. No me gusta que me trate como un niño. Ya soy adulto y puedo tomar mis propias decisiones.

—¿Sabes qué? Hablaremos de esto después, estoy ocupado —me ha molestado cómo me sigue tratando como si no tuviese independencia, ¡por Dios! Ya vivo solo, ya trabajo, y ya no dependo de ella, ¿qué rayos le sucede?

—¡Cuelgas y te juro que voy a buscarte a una mujer mucho más fastidiosa que yo!

Ruedo los ojos.

—Dime ahora —se tranquiliza—, ¿ya tienes novia?

—Ya, ya tengo novia —estoy harto de la situación, Rosalie me mira inmediatamente cuando digo eso—. De hecho, está conmigo ahora.

Rosalie comienza a toser totalmente sorprendida y cuando se recupera, me mira con confusión mientras me reclama cosas con movimientos gestuales.

Construyendo El Amor (Building The Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora