Capítulo 19.

711 53 2
                                    

[Martes 16 de marzo]

Parte narrada por Isaac Henderson.

La puerta de mi oficina se abre, escucho unos tacones resonar y enseguida pienso en Rosalie, hasta que levanto mi cabeza y me doy cuenta de que no se trata de ella.

—¿Quién eres y por qué entras así a mi oficina?

—¿Quién soy? —se hace la ofendida—. ¡Soy la secretaria de Administración, a la que dejaste plantada en el hotel hace casi dos semanas! ¡Estuve llamándote todo este tiempo y no me atendiste en ningún momento!

Me llevo una mano a la cabeza. Me había olvidado por completo de esta mujer. Ni siquiera recuerdo cómo fue que se me olvidó que tenía planeado verme con ella, seguramente porque he pasado mucho tiempo con Rosalie y me olvido de todo lo demás.

—Estuve y estoy ocupado.

—¿Al menos no pudiste avisarme que no ibas a ir? ¡Estuve esperándote por una hora!

—Baja la voz, por favor.

—¡No! ¡Necesito que me cumplas lo que me prometiste! ¡Si no, iré con Rosalie Larsson y le diré que tú me pediste su número de cuenta!

—Basta, no me amenaces —me pongo en pie y la señalo—. ¿Quieres dinero? Te lo daré con tal de que me dejes en paz.

—No quiero tu maldito dinero —se acerca mientras desabrocha poco a poco su camisa blanca de botones—. Quiero que me des lo que me prometiste.

Ay, no puede ser.

—No te acerques más —cuando digo eso, ella se detiene, su respiración está un poco agitada, baja su mano desde sus senos hasta el inicio de su falda mientras se acaricia a sí misma, tratando de provocarme—. Vete de mi oficina, sino, me veré obligado a exigir que te despidan.

—Sé que me deseas... —da un paso más para acercarse, pero yo retrocedo.

—¡Cariño! —la puerta se abre por la inigualable Rosalie Larsson quien viene hacia mí con una sonrisa de oreja a oreja—. Oh, lo siento. No sabía que estabas ocupado, ¿interrumpo algo?

La mujer se abrocha rápidamente la blusa y se gira para ver quién es, está confundida, puedo ver su ceño fruncido y su aspecto molesto.

—No, claro que no, mi amor —cuando ya está a mi lado, beso su sien—. Ella ya se iba, ¿verdad?

—¡¿Tú eres su novia?! —señala a Rosalie—. ¿En realidad eres su novia?

—Sí, soy su novia. ¿Tienes algún problema con eso?

—¿De verdad tienes novia? —esta vez me mira a mí, totalmente sorprendida—. ¡Me dijiste que fuéramos a un hotel cuando tenías novia!

Obviamente dice todo esto para que Rosalie se moleste conmigo. Me causa gracia ya que, Rose no tendría por qué molestarse con algo así.

—Lamento decirte que no, soy fiel a mi querida novia. Te dije eso cuando aún no comenzaba nuestra relación, así que... Lo siento pero no podrás arruinarla.

La mujer, que ni siquiera sé su nombre, enfurece. Creo que no sabe que está frente a la misma Rosalie Larsson, si no, ya le hubiese dicho sobre el número de cuenta que le pedí. Y bueno, eso es una gran ventaja.

Ella sale de la oficina dando un portazo.

—Todo lo que tengo que hacer por salvarte —Rose pone el folder que traía en la mano, sobre mi escritorio—. Me debes una.

Se da la media vuelta y camina hacia la puerta.

—¡Te lo recompensaré, cariño! —digo burlón. Ella no me presta atención y sale de la oficina. Por un momento sospecho que se ha molestado conmigo pero le resto importancia cuando pienso en que seguramente estoy alucinando; Rose ni siquiera siente algo por mí, no tendría por qué enojarse.

Construyendo El Amor (Building The Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora