Epílogo.

1K 60 4
                                    

[Sábado 4 de diciembre, 2021]

Parte narrada por Rosalie Larsson.

—¡Feliz cumpleaños, Rosalie! —Arzu viene a abrazarme inmediatamente luego de verme llegar al departamento de Diseño de Interiores—. Espero que lo disfrutes mucho.

—Muchas gracias Arzu —sonrío y beso su mejilla.

—Mira, te tengo un regalo —se aleja y va hasta su escritorio para mostrarme una caja de regalo—. ¡Ábrelo!

Doy unos cuantos pasos hacia ella y con emoción, abro la caja de regalo para ver qué hay dentro. Me encuentro con dos increíbles pares de tenis Nike en color blanco, unos grandes y unos para bebé.

—¡Ay, son hermosos! ¡Muchas gracias, Arzu! —me emociono al ver los pequeños zapatitos.

—Espero que cuando nazca el pequeño Isaac, pueda usarlos —sonríe con ternura y toca mi pequeño abdomen abultado—, o la pequeña Rosalie.

Sonrío ampliamente al imaginarlo. Llevo cuatro meses de embarazo, mi abdomen no es tan grande aún, pero sinceramente estoy muy emocionada e intento disfrutar cada momento de mi embarazo. Isaac aún no sabe nada acerca de esto y no me imagino cómo se lo vaya a tomar, pero espero que pueda volver pronto y se lo tome bien para que nuestro hijo crezca siendo muy amado por los dos.

—¡Feliz cumpleaños, Rosalie! —la voz de Carter resuena por todo el departamento de Diseño, viene hasta mí y me abraza con fuerza—. ¿Y cómo está mi sobrino favorito? ¿Quién quiere al pequeño Isaac?

Se inclina y acaricia mi abdomen.

—¡Hey, basta! —reclama Mark llegando al lugar—. Ya te dije que es mi sobrina, y obviamente yo quiero más a mi pequeña Rosalie.

Mark me abraza y con ternura sonríe al ver mi abdomen.

—Está mucho más grande —se asombra—. Cada día crece más, no puedo creerlo. Por cierto, ¿no has hablado con Isaac?

Mi sonrisa se borra cuando me pregunta aquello, solo niego con la cabeza.

—Deberías decírselo —comenta Carter poniéndole seriedad al tema—. Tiene derecho a saberlo, es su padre...

Inmediatamente un nudo se instala en mi garganta y siento ganas de llorar, sin embargo trato de no demostrarlo. No sé si sean las hormonas del embarazo o que en realidad extraño mucho a Isaac. Porque sí, durante todo este tiempo he intentado no llorar para no contagiarle a mi hijo las emociones negativas, pero en realidad sí lo extraño mucho.

—No quiero que deje su recuperación por sentirse obligado a cuidarme. Quiero que esté totalmente recuperado para que pueda ver a nuestro hijo, así que, mejor esperaré.

—Bueno, respetamos tu decisión —murmura Mark—. Pero piénsalo, tu hijo necesita a su padre desde ya, no solo cuando nazca. Además, ves mucho por el bien de Isaac pero no ves por tu bien.

—Ya vas a empezar con eso Mark —Carter rueda los ojos—. Mira, Isaac está en rehabilitación y terapia por sus problemas mentales, no está en París porque quiere, ¡te lo he dicho muchas veces! ¡Ni siquiera tienes un poco de empatía!

—Basta chicos —interviene Arzu—. No es momento de pelear. Hay que entender que Isaac tomó una decisión por su propia salud, y lo único que podemos hacer es esperar a que él se recupere.

Asiento con la cabeza.

—¡Feliz cumpleaños a mi hermosa nuera! —desde a metros de distancia puedo escuchar a la madre de Isaac venir hacia mí—. ¡Ay, cariño! ¡Muchas felicidades! ¡No sabes lo feliz que me hace que tú seas la próxima esposa de mi hijo, y que pronto vayas a darme un nieto!

Construyendo El Amor (Building The Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora