Capítulo diecisiete.

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-Hola, Tino -Clary sonríe, moviendo su mano de un lado para otro, saludando a la cámara- Y hola a ustedes ¿Cómo va todo? -Dice, cuando ve tres cabezas asomándose. Alan, Aaron y Phil sonríen, saludando a la pelinegra.

-El calor es sofocante, pero digamos que unas buenas bebidas arreglan el problema -Cuenta Valentino, mostrando una lata de cerveza en su mano. Clary suelta una carcajada, provocando que la chica que dormía en la habitación soltara un gruñido.

-¡Annnnnnnnn! -Chilla Alan, provocando un ruido más parecido a grito, proveniente de la cama junto a la de Clary. Ann se había caído de la cama al escuchar a su actual novio.

-¡Ginger! -Grita la peliroja, golpeando el hombro de Clary con demasiada brusquedad, haciendo que ésta cayera de bruses al suelo.

-Auch -Se queja Clary, tocando su frente donde pronto saldría un moreton. Le lanza una mirada reprobatoria, negando con la cabeza. Los jóvenes y sus amores.

-¿Cómo estás? -Pregunta Ann, acariciando la pantalla con ternura.

-¿Es que acaso no tienen portátil? -Gruñe la pelinegra, viendo la escena con enojo- Quiero hablar con Tino, así que chu, chu- Golpea suavemente el hombro de la peliroja- Ve a por el tuyo y habla en otro lado con tu novio.

-Qué egoísta, Kidmann -Ann se levanta, dejando la cama libre- Hablemos por Skype, Alan. Clary no quiere dejarnos vivir nuestro amor.

Se tira a su cama con demasiada brusquedad, fingiendo estar en uno de los momentos más humillantes de su vida.

-Pueden vivirlo, sí -Clary vuelve a sentarse, poniendo el portátil en sus piernas. Tino la mira sonriente, pues sabe cómo se pone su amiga con las cosas melosas- Pero lejos de mi.

Cinco minutos después, la peliegra logró encontrarse a solas con Valentino; la habitación para ella sola, sin nadie que pudiera interrumpir, ya que Ann había decidido ganarse en las afuera, debido al calor.

-¿Qué hacen de bueno? -Pregunta Tino, mientras toma un sorbo de su bebida energética Monster. La mira con interés, preguntándose si está por hacer lo correcto. Si esto no le traerá problemas con su mejor y única amiga.

-Solo te fuiste hace poco, Tino -Clary sonríe- Al final no tenía turno hasta dentro de dos horas, por suerte.

Toca su frente, quitándose las gotas de sudor por el calor que se filtraba por la ventana.

-Sí, eh... Espera, iré al baño -Valentino se levanta nervioso, dejando a Clary mirando la cocina. Aburrida de esperar, intenta levantars, pero unos fuertes brazos tatuados estaban en toda su pantalla. Conocía esos brazos más que a la palma de su mano. 

Narra Clary.

Puedo reconocer esos tatuajes donde sea.

-¿A-Austin? -Pregunto, acomodándome mejor en la cama. Quito un elástico de mi muñeca y me amarro el cabello en una coleta, nerviosa por encontrarme en una situación tan peculiar.

-Hola, Clary -Sonríe, mostrando sus dientes. Me mira fijamente por largos segundos en los que no hago más que pensar en todos esos momentos vividos junto a él- Respira, nena. 

Suelto un suspiro, frunciendo el ceño. ¿Cuándo dejé de respirar? ¿Y por qué me dice "nena"? Lo miro con rencor. Y luego pienso en Tino y su estúpida escapada para dejarme a solar con Austin.

-No me mates, juro que lo había olvidado -Levanta las manos, lanzándome una mirada traviesa. imbécil.

Sacudo la cabeza, borrando toda clase de posibles ideas de asesinatos a distancia.

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