Capítulo diez. (Maratón 1/?)

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El sol se filtraba por la ventana, golpeando con sus rayos los rostros de las jovenes que dormían plácidamente. Apenas las ocho menos cuarto y una de ellas ya se removía incómoda.

-Maldito sol -Murmura Clary, destapándose de las mantas que filtraban el calor. Se sienta, frotando los ojos para poder sentirse despierta completamente. La noche anterior no había conciliado el sueño si no hasta bien tarde. El recuerdo de todo lo que ella y Austin se habían dicho, se repetía una y otra vez como un disco rayado. Las acusaciones, los gritos y las lágrimas la habían dejado algo shockeada. Aturdida.

Pero eso no era impedimento. Hoy comenzaba el Warped Tour y el trabajo podía ser agotador. Tenía que guardar energías para lo que venía, aunque fuera poco.

Miró la hora en su celular, suspirando al ver que faltaban aún tres horas para que el caos comenzara. Se levantó tranquilamente, caminando hacia el closet para buscar algún conjunto cómodo para el día. Se decidió por un vestido negro, unas pati-medias oscuras y unas zapatillas del mismo color.

Agradecía ocupar uniforme en el trabajo. Eso ocultaría -Por suerte-, sus brazos tatuados.

Se acercó a su cama, agachándose para poder sacar su maleta y de ella una toalla junto a un pequeño bolso con los útiles de aseo. Volvió a acercarse al closet cuando se dió cuenta que no había sacado ropa interior. Y revisando todo por última vez, caminó a las duchas, rogando que la escena que vio el día anterior no se repitiera.

Al llegar agradeció encontrarse con las duchas completamente vacias. El día no podía ir mejor.

En veinte minutos ya estaba lista y animada. Intentando poner su mejor sonrisa, camino en dirección a la habitación para dejar sus cosas.

Cuando abrió la puerta se encontró con Ana levantada y vestida.

Narra Clary.

-¿Ya te bañaste? -Pregunté, al llegar a su lado.

-Anoche -Responde, encogiendose de hombros. Por unos momentos dudo si dice la verdad, ya que nunca la vi salir. - Cuando fuiste a bañarte al autobus de los chicos, fui a las duchas. No había nadie aparte de unas chicas bañandose.

Me lanza una mirada extraña, como esperando qur confiese algo.

- ¿No creerás que he inventado todo para ir al autobus o sí? -Pregunto molesta. Ella no deciste. Cruza sus brazos, mirándome igual o peor que antes -¿Es una jodida broma? No lo puedo creer... ¿Sabes qué? Puedes irte a la mierda. No necesito que nadie crea nada. Menos si es alguien que apenas conozco.

Su mirada se suaviza, desenredando los brazos lentamente hasta que caen a cada lado.

-Oh, lo siento! -Exclama- Sólo... Perdóname. Por favorsiiiiiiito - Se lanza al suelo, entrelazando sus piernas a las mias, impidiendome caminar.

-Vale, vale -Sacudo mi pierna, entre irritada y divertida, al ver que no se levanta. - ¡Dejame ser libre, necesito comer!

-No. -Espeta. Y así nos quedamos, mirándonos por largos minutos en los que ninguna habla. No hasta que mi estómago ruge, pidiendo comida. Ambas reímos en fuertes carcajadas.

-Mi bebé tiene hambre -Inflo mi vientre, fingiendo un embarazo y acaricio los que parecen ser 3 meses de gestación- ¿Le negarás la comida?

Ana abre los ojos a más no poder. Por un momento pienso que se le saldrán y golpearán mi cara.

-¿Tú... estás embarazada? -Traga en seco, aún shockeada por una noticia imprevista. Suelto una carcajada que resuena por toda la habitación y le sonrío. Una broma no le hace mal a nadie ¿O sí?

The DepthsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora