Capítulo diecinueve.

627 48 19
                                    

Ambos estabamos frente al otro, o mejor dicho frente a la pantalla, sin decir absolutamente nada.

Esto me parecía absurdo, una jugarreta de mal gusto. ¿De qué sirve hablar, si las fotos hablan por sí solas? Me gusta Eric y pienso estar con él hasta que el amor se acabe. O la atracción.

Mierda, Dios sabe que no amo a Eric, pero me niego a admitir que no lo quiero, que estoy enamorada del imbécil que ocupa toda la pantalla de mi portátil.

-¿Y bien? -Comienza, sin quitar la pose de macho dominante. ¿Es que sus brazos cruzados y mirada reprobatoria ayudan en algo? Y la respuesta es: No. Esto sólo hace que mis ganas de asesinarlo por chismoso, aumenten.

-¿Y bien qué? -Espeto, frunciendo el ceño. Nos fulminamos con la mirada, iniciando una guerra que no parece tener fin.

La puerta se abre, dejando ver a Ann con su portátil en la mano y haciendo gestos.

-¿Pueden dejar de comportarse como unos jodidos críos? -La voz de Alan hace eco, debido a que en ambas videollamadas se oye al pelirojo.

Austin deja de mirarme, para darle un suave golpe en la cabeza al chico zanahoria, más conocido como Alan.

Me apoyo en la pared, incómoda de llevar más de diez minutos sentada sin escuchar alguna palabra de Austin.

-¿Me puedes explicar qué mierda pasa entre ustedes? -Pregunta Ann, cerrando el portátil de golpe y dejándolo en su cama, para luego poner ambas manos en sus caderas.

-Pasa que él -Digo, apuntando hacia la cámara- Es un mal amigo.

-¿Amigo? -Gruñe, incrédulo.

-Sí -Asiento, observándolo para luego mirar a la peliroja- Eric me ha pedido ser su novia y yo he aceptado -Susurro, algo avergonzada- Y Austin ahora se las trae de sobreprotector.

-¡Está celoso, por eso! -Grita Alan, aunque no lo veo.

-Opino lo mismo que Ashby -Apoya Ann, sentándose a mi lado.

-¡Soy tu novio! -Dice el pelirojo, sentándose junto a Austin- Por último dime cosita o BooBoo.

Toco mi frente, ya desesperada con lo empalagosa que se vuelve la conversación.

-¿BooBoo? -Austin suelta una carcajada, casi asfixiandose con su propia risa.

-¿Qué? Te haces el imbécil, Carlile. De seguro tú llamabas a Clary de una manera más estúpida que yo a Ann -Dice Alan, fulminandolo con la mirada.

Yo asiento, sonriendo melancólica por los recuerdos.

-Me decía Nubecita o arcoíris, porque cambiaba constantemente de colores mi cabello y seguía suave -Lo miro por unos segundos, deseando volver el tiempo atrás, a cuando eramos felices.

Austin sonríe, aunque la felicidad no llega a sus ojos.

-Todo sería distinto si ellos no fueran tan orgullosos -Murmura Ann a Alan.

-¡Serían citas dobles! -Grita el pelirojo- Anda, Austin, que sea igual que en las novelas. ¡Los cuatro en el Burger King!

Niego con la cabeza, divertida.

-Acepta, Clary -Me susurra Ann, golpeando suavemente mi hombro- Aunque sea como amigos.

Observo a Austin. Aunque sé que él no se negará, espero que lo haga.

-Intentemos pasar un buen rato, sólo eso -Me dice, sonriendo.

-Vale, cuando ustedes vuelvan lo hacemos -Acepto, rendida. Nada malo puede pasar en una salida de amigos ¿Verdad?

The DepthsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora