Narra Clary
Faltaban pocos minutos para las dos de la tarde. Me encontraba sentada, esperando para que la secretaria me diera el permiso para poder pasar y ver a la directora de la universidad, quien me daría mi título y papeles en los que saldría donde haría mi práctica en enfermería. Tenía nervios. Aunque a las chicas con las que hablo les ha tocado en un hospital cerca de aquí, yo tengo miedo. Cabe la posibilidad de que me trasladen a otra ciudad o estado. Pensar en dejar todo lo que he creado aquí -lo que básicamente ha sido mi gato-, me emociona de una manera extraña. Parece ayer cuando vine a estudiar mis últimos dos años a California, junto a mi tía.
Tenía dieciséis y una depresión que ningún psicólogo de Florida quería tratar. Era jodidamente agresiva -según ellos-, por lo que decidieron mandarme a un retiro espiritual junto a mi tía que estaba más vieja que la muralla china. Un año sin ir al instituto fue genial. Logré salir de una depresión por culpa de un chico. Sí, un chico. Y pude terminar mis últimos dos años de preparatoria sin problemas.
Antes, era la típica chica rebelde de preparatoria. Llena de tatuajes -que ahora oculto- y ropa que sólo provocaba a los chicos. Hacía lo que quería y con quien quería. Hasta que llegó él. Aquel chico estúpido y sin gracia alguna. Creía que con saber hacer problemas matemáticos, conquistaba al mundo. Pero no era así. Un día quedó como mi tutor de ciencias. Cada vez me interesó más su forma de hablar y actuar, porque ¿Quién, a los diecisiete años, todavía era virgen y no estaba preocupado por eso? Las ganas de hacerlo cambiar fueron tan grandes, que decidí hacer un trato. Yo lo convertía en un chico como con los que yo siempre andaba y él, me enseñaba a ser una chica común. Todo parecía bien. Él se volvió popular dentro del instituto y yo, logré pasar las clases que tenía reprobadas. Todo “bien”. Hasta que, sin darme cuenta, terminé enamorada. Y qué estupidez enamorarme de algo que yo había creado. Su forma de hablar, la ropa que ocupaba y esa estúpida sonrisa arrogante. Todo obra mía.
Cuando el año estaba por terminar, un día cualquiera -aunque no tan cualquiera para mí-, me lo encuentro besándose con la chica que menos esperaba. La chica que más había odiado desde que entré al estúpido instituto. Cuando le pedí explicaciones, me destruyó de la peor manera. Reveló todos mis más oscuros secretos frente a todos. Y joder, fue lo peor ver cómo todos terminaron mirándome mal en los pasillos, murmurando cada vez que me veían e incluso riéndose de mi. Es ahí cuando descubrí que el maldito dicho “Todo lo que sube, en algún momento baja”, era jodidamente cierto. Y ahí es cuando la historia comienza hasta llegar donde estoy ahora.
-Clarisse Kidmann -Llama la secretaria. Una chica alta, delgada y con el cabello rubio. Algo parecida a alguien que no recuerdo bien y con una sonrisa fingida. Qué bien- Clarisse Kidmann…
-Aquí -Murmuro levantando la mano. Vuelve a sonreír y me guía hacia la oficina de la señora Margaret King. Mi super directora. Más que directora, amiga. La estúpida de Maggie tiene 27 años, que no representa, y es jodidamente divertida.
-Claaaaary -Alarga y se levanta para darme un abrazo. Ha sido mi apoyo desde que entré a la facultad y me ha acompañado en tantas cosas que se ha convertido como en mi hermana.
-Hola, Maggie -Susurro. Me dejo llevar por unos minutos, aunque luego el aire comenzó a faltar dentro de mi organismo- Maggie, uh, me matarás.
-Lo siento, lo siento -Me suelta de su agarre y se va hacia su silla. Aquella era forrada con un exclusivo cuero Alemán de un tono rojizo oscuro. Una fortuna, al igual que cada cosa que tenía dentro de la gigantezca oficina. Maggie es de una familia adinerada. Al igual que a mi, el amor nos había destruido de la peor manera, por lo que ambas sabíamos lo que sufría la otra.
-Y dime -Se cruzó de brazos- ¿Preparada para saber dónde trabajarás?
-Más que preparada, ansiosa -Murmuro. Maggie saca una carpeta llena de papeles y la desliza por el escritorio, quedando frente a mi.

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The Depths
FanfictionClary Kidmann decide mudarse de Florida para dejar su pasado atrás. Termina el último año de instituto en su nueva ciudad, San Diego y luego comienza a estudiar enfermería, para intentar arreglar un error que cometió hace años. Cinco años después, s...