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No era el mejor día de mi vida, apenas era lunes y lo que menos quería era levantarme de mi cómoda cama en el piso, si escuchaste bien en el piso, mis padres apenas llegando a Tokio regresaron directamente a sus viajes según ellos no podían dejar de lado el negocio familiar.

Tan apresurados estaban por llegar que ni siquiera me ayudaron con la mudanza. No sé dieron cuenta que mi habitación estaba totalmente vacía, lo único que tenía era el gran clóset con mi poca ropa dentro. La mochila con los libros en el piso y la frazada que utilice como colchón.

Por más extraordinario que parezca no se olvidaron de comprar los muebles en la sala, el comedor y la cocina.
Originalmente tenía la idea de dormir sobre uno de los sillones, pero una pelusa negra con patitas se apareció por la esquina de este y al lanzarle mi zapatilla desapareció, pero al recogerla no encontré nada debajo de ella. Por miedo a que regresara a vengarse decidí no arriesgar mi insignificante vida y dormir en mi solitaria y fría recámara.

Como me desperté antes que mi alarma me dí un baño, el agua caliente me ayudó a despejar las ideas de mi cabeza y disfrutar la caída del agua sobre mi cuerpo, lavé mis cabellos con el shampoo con olor a lavanda que utilizaba, lavé mi cuerpo y salí de la ducha, me vestí con un pantalón negro, una camisa blanca y blazer verde, peine mi cabello poniendo especial atención en mi mechón, me gustaba tener higiene en mi persona.

Ya tenía organizado la mayor parte de mi día, por la mañana iría a poner mi cara a la nueva escuela para hacer el trámite de ingreso y al salir iría a comprar las cosas que me faltaban para poder sobrevivir. En mi pequeña lista estaban la comida para esta semana y si me sobraba tal vez podría comprar una colchoneta, no me quería ver en la necesidad de pedir más dinero a mis padres. Simplemente no les quería dar problemas.

Tomé la mochila, metí los papeles que necesitaba y salí de casa con llaves en mano y mi celular con la dirección del instituto en la otra. Decía que estaba a veinte minutos caminando pero mi mala orientación hizo que se convirtieran en treinta, el edificio de la escuela era tal como lo imaginé, parecía un reclusorio juvenil. Todo era color gris con grandes muros y ventanas, lo único que me había gustado era el uniforme verde con botones dorados.

Al ingresar una horda de chicas no me dejaban avanzar ni unos cuantos pasos, trataba de evitarlas pero parecían imanes y se movían conmigo, todas gritaban cosas incomprensibles apenas lograba entender "Jotaro por aquí", "Jotaro por allá", Jotaro, Jotaro, Jotaro. Al pobre tipo le deberían estar sangrando los oídos con tanto grito. Lo único que logré distinguir fue una voz demasiado varonil gritarles que guardaran silencio, he de admitirlo yo me asusté ante tal grito. Pero las chicas al contrario se pusieron a gritar de emoción.

Después vi al chico en cuestión, era más alto que yo, su gabardina negra hacia contraste con el verde de los demás y sobre todo hacía sobresalir su musculoso cuerpo, en su cabeza llevaba una gorra que parecía estar desgarrada por detrás dejando ver su sedoso cabello negro. Su camisa morada parecía que le venía pequeña, el pantalón estaba firmemente sostenido por dos cinturones y una cadena se veía por encima de la solapa de su gabardina. Se veía ridículo, pero era un ridículo con estilo.

El pobre tenía la ropa tan arrugada se veía tan enojado que decidí esquivarlos y caminar hacia la puerta del instituto, pedir indicaciones y llegar a la sala de maestros lo más rápido posible para largarme de ahí.
Antes de llegar escuche más gritos de las chicas luego el sonido de zapatos chocando contra el suelo. Al voltear me di cuenta de que las niñas ya no estaban sobre el joven y él salía por la puerta con su maletín sobre su hombro ignorando a los maestros que le exigían regresar. Honestamente esperaba no volver a vivir la misma experiencia.

Un maestro me llevó hacia la dirección, ahí me ayudó con mi trámite, me dio mi horario y me dijo que me esperaban a más tardar el miércoles. Como tenía buenas calificaciones me ingresaron al salón 1, el más adelantado entre los terceros.
Apenas me dio salida me fui de ahí, no soportaba estar en un lugar desconocido para mí lo que más quería era hacer la compras lo más rápido posible y correr regresar a encerrarme en mi casa.

Feel The Same (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora