8

764 94 14
                                    

1/3

Apenas dieron las doce del día y Jotaro ya tocaba la puerta de mi casa, hoy era el día de nuestra salida desperté temprano y desayune algo ligero, después tomé una ducha y me vestí con una camisa blanca y unos pantalones de mezclilla que me quedaban justos en la cintura, metí el frente de mi camisa dentro de los pantalones y la parte de atrás trate que quedara suelta.

Jotaro iba con su pantalón negro y camisa blanca de siempre, a veces me daba curiosidad conocer su guardarropa y ver si todas las prendas eran de la misma gama de colores, sorprendentemente hoy no tenía su gorra con él. Su cabello negro se movía con las pequeñas ráfagas de viento y sus ojos verdes se acentuaban aún más.

—Es hora Kakyoin, ¿Por donde quieres comenzar?.

—Vamos primero a la galería de Arte y después a comer.

—Si quieres el cine lo podemos dejar al último, antes de regresar a casa.

—Buena idea Jotaro.

Caminamos a la ya conocida central, tomamos los trenes necesarios para llegar a la galería.
Cuando llegamos a nuestro destino me sorprendió lo grande que era el edificio, Yo pagué los accesos antes de que Jotaro pudiera hacerlo, al ingresar fue de las experiencias más bonitas que había tenido.

Los cuadros y las ventanas del lugar tenían una perfecta sincronía. Los colores de cada una de las obras brillaba aún más con los rayos del sol. Era un lugar precioso.
Jotaro se había quedado atrás con su vista fija sobre mi, una sonrisa se asomaba por sus labios. Su cabello brillaba con el sol y lo hacía ver aún más apuesto de lo que ya era. Varias chicas se detenían a verlo pero él no era consciente de ello.

—Jotaro, vamos a ver las que están de ese lado.

—Todo aquí se ve muy bonito.

—¿Verdad que sí?, la entrada del sol está por el lugar correcto hace que todos los colores en los cuadros resalten aún más.

—¿Quieres ir a la siguiente sala?.

Todo el tiempo que pasamos entre sala y sala no fue suficiente para que pudiera apreciar el color de las obras. Todas tenían algo que llamaban mi atención, antes pensaba que arte solo era dibujar pero viendo los cuadros de cerca me di cuenta implicaba muchísimo más y que quería estar rodeado de este tipo de panorama.

—¿Crees que si dejo de lado Economía y estudio Artes mis padres se enojen?.

—Mmm... no sabría que contestar nunca he visto a tus padres y no sé que tipo de pensamiento puedan tener al respecto, pero debes seguir a tu corazón Nori. Igual siempre tendrás trabajo conmigo.

—Quisiera estudiar Artes, quiero dejar de lado los dibujos de lápiz y cuaderno, es algo que siempre he querido hacer, pero tengo miedo de mis padres si ahora no están junto a mi no quiero saber que van a hacer en el momento en que no estudie una carrera que ayude al negocio familiar...

—Pero Kakyoin ya lo hemos hablado, no debes decidir por el negocio familiar, debes hacerlo por que es tú futuro y es por lo que te vas a despertar cada día de tu vida adulta. Habrá más personas que te apoyen en tus decisiones y si tú eres feliz lo demás viene sobrando.

—¿Tú formas parte de esas personas?.

—Por supuesto que si, nunca dudes de ello.

Confiaba en la palabra de Jotaro, no había motivo para no hacerlo. Tenía que pensar bien lo de mi carrera antes de que empezaran los trámites, tenía que poner en una balanza mi desdichada vida.
Jotaro me llevo por todas las salas, me preguntaba sobre las pinturas y que veía yo en ellas, en una estaba un tipo de arte abstracto que ninguno de los dos logró captar, al final Jotaro dijo que era una estrella de mar despues de eso todo a lo que no le encontrábamos forma Jotaro les daba nombre de alguna especie marina la mayoría eran delfines, nunca había escuchado tanto de delfines como ese día.

Feel The Same (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora