Feel The Same (JotaKak)

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—Kakyoin ¿Me puedes dibujar un delfín rayado?

Llevábamos toda la semana estudiando en la biblioteca, al principio lo obligue a que tomara otros libros diferentes a los de biología y me sorprendió ver que sabía todos los temas vistos en clase a la perfección.
Parece que es un vago que no estudia pero incluso me ayudaba a resolver mis dudas respecto a los temas. Al final le dejé de insistir y regresó a los libros de especies marinas.

Desde que le dibujé el pez betta en varias ocasiones me pidió que le haciera trazos de otras especies, después entre clases o en casa escribía las partes que los componen.

—¿Pero que diferencia tiene con cualquier otro delfín?, yo los veo iguales.

— No, no es como cualquier otro delfín, cada uno es diferente por ejemplo el delfín rayado tiene su cuerpo con algunas líneas que oscilan entre lo gris y blanco e incluso se pueden ver un poco negras.

—Es muy interesante Jotaro, ¿Me permites ver la imagen antes de dibujarlo?.

Jotaro frente a otros era realmente serio, solo hablaba lo necesario, incluso conmigo fue así por un tiempo pero desde que desayunamos juntos nos hemos vuelto cercanos. Es el único con el que he tenido una especie de acercamiento, me agrada poder tener a alguien para platicar de cualquier cosa sin temor a que me juzgue pero aún no estaba listo para abrir mis sentimientos a más personas.

Además he llegado a la conclusión de que Jotaro es un tipo extraño, con las chicas que lo rodeaban no era la persona más respetuosa al contrario a veces veía como sacaba su brazo con fuerza cuando alguna de ellas se colgaba de él.
A los profesores les contestaba solo lo que pedían y no hablaba de más. Pero conmigo decía más que monosílabos posiblemente se sentía cómodo, los desayunos que la señora Holy me daba Jotaro siempre se encargaba de que los tuviera cerca de mi maletín y del almuerzo que compartiamos se comía todo menos lo que tenía brócoli, trataba de hacerlos a un lado o los dejaba sobre mi arroz disimuladamente para que yo los comiera.
Pero aún tenía muchas dudas sobre él, la primera de ellas era el por qué llevaba más de un mes tan cerca de mi.

—Kakyoin, ¿Qué carrera quieres estudiar?. En la universidad de Tokio tienen muy buen plan académico en la carrera de Artes.

—Aún no lo he pensado, probablemente estudié algo que me sirva para llevar el negocio familiar.

—Pero no debes estudiar algo de lo que después te puedas arrepentir en tu vida adulta, eres muy bueno dibujando y te veo más feliz haciendo trazos para un dibujo que resolviendo un problema de matemáticas.

—¿Tú no te piensas hacer cargo del negocio familiar?.

—De lo único que me podría hacer cargo es del negocio de mi abuelo, mi padre es un músico que tiene más trabajo que vida personal. Mi abuelo me dijo que no me sintiera responsable de nada, que él iba a aceptar y apoyaría cualquier decisión en mi vida.

Jotaro tenía una familia amorosa, se veía que era la persona más querida de su entorno familiar. Tenía su futuro claro algo que para mí era envidiable, me gustaría ser como él poder decirle a mis padres que me he sentido solo por mucho tiempo y no sentirme obligado a estudiar una carrera para poder acercarme a ellos aunque sea un poco.

—Jotaro... Dime, ¿Qué tienes planeado para tú futuro?.

—Me gustaría ser biólogo marino, quisiera tener mi propia embarcación y poder ver cada especie que tengo en esa libreta.

—Pero si tus dibujos no tienen forma, parecen cualquier cosa menos peces.

—Es que ya lo decidí.

—¿Qué decidiste?

—Tú te encargarás de hacer los dibujos de los peces que encuentre.

Escuchar eso de su boca me descolocó por completo, él veía nuestra amistad a futuro. Me gustó mucho ese pensamiento.

—¿Y qué pasaría si yo no quisiera ir?.

—No creo que te puedas negar, te prometo que pagaré muy bien por trabajo además tienes que pensarlo, nos alejariamos del mundo por muchos días es una oferta de trabajo muy buena y tal vez....

Comencé a imaginar un escenario apocalíptico con nosotros dos arriba de un barco y una carcajada salió de mis labios Jotaro levantó una comisura y suspiró, cubrí mis labios para tratar de ocultar el sonido. En algún momento Jotaro trató de quitar mis manos mientras su cuerpo se empezaba a sacudir por su propia risa.

—Jóvenes, no es lugar para que estén haciendo tanto ruido otros alumnos también se encuentran estudiando en esta área así que porfavor guarden silencio.

El maestro encargado de la biblioteca después de regañarnos dio media vuelta y regresó a su puesto de trabajo, Jotaro tomó los libros que teníamos sobre la mesa y los dejó en su lugar. Cuando regresó me hizo una señal para que nos fuéramos de allí.
De regreso al salón aún podía ver su sonrisa en los labios.

—No te rías.

—Fue culpa tuya que nos regañaran, tú fuiste el que empezó a reírse no es mi culpa que sea contagiosa tu risa.

—¿Mi culpa?, pero si tú eres el que empezó a decirme de un trabajo y es que no pude evitar imaginarlo.

—¿Y Que imaginaste?.

—Nos imaginé perdiéndonos en el mar, yo no tengo buena orientación y tú eres muy desesperado no creo que nuestra relación de trabajo sea muy fructífera.

—Pero nunca dejaría que pasara nada... después de todo debo tener responsabilidad laboral hacia mi trabajador.

Jotaro entró al salón y se sentó en su banca aún quedaban cerca de diez minutos para que comenzaran las clases, hoy era viernes y el lunes comenzaría la semana de exámenes y todavía no estudiaba los temas con los que tenía más problemas, siempre he sido de la idea que si estudio los temas que se complican horas antes del examen tendría más noción y por lo tanto podría contestar mejor, pero últimamente mi método no me ha ayudado de mucho.

—Oye Jotaro, ¿Qué vas a hacer este fin de semana?.

—Probablemente venga mi abuelo de visita a mi casa ¿Por qué preguntas?, ¿Necesitas algo?.

—Te iba a preguntar si querías estudiar conmigo estos días, pero si estás ocupado no hay problema puedo estudiar solo. En verdad no te sientas presionado.

Me sentía como niño pequeño invitando a su amigo a casa, pero era la primera vez que invitaba a alguien a mi hogar, era la primera vez que le tenía la suficiente confianza en una persona como para dejarle entrar a mi zona de confort, Jotaro me hacía confiar en él.

—No, no me siento presionado el viejo pasa más tiempo en mi casa que en la suya. ¿Que te parece si estudiamos por la mañana?.

—Pero pienso que es mejor por la tarde, ¿Estas ocupado en la tarde?.

—No estoy ocupado pero quiero que me acompañes a un lado.

—¿A donde?.

—No te voy a decir, es sorpresa tómalo como un pago por todos los peces que me has dibujado esta semana.

Otra sonrisa escapó de mis labios, el timbre que daba inicio a clases sonó Jotaro se giró en el momento en que el profesor Avdol entró pidiendo silencio y las tareas que había dejado para hoy. Comenzó a escribir el tema en el pizarrón ahora me sentía con confianza para decirle a Jotaro que se moviera, me incliné sobre su hombro y le hablé cerca de su oído para susurrar

—Oye, te puedes hacer a un lado no me dejas ver lo que el profesor escribe.

Jotaro no me contestó pero se inclinó hacia un lado, sus orejas se veía con un tono rojizo. Probablemente le asusto que le hablará de repente.

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