Feel The Same (JotaKak)

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Mi colchón era una maravilla, estaba muy cómodo lo único que me molestaba era el ruido que hacía al moverme, pero ya dormido no era consciente de eso, desde el lunes que conocí a la señora Holy cada que coincidíamos en algún lugar me saludaba de una manera muy efusiva, su hijo Jotaro solo se limitaba a hacer algún gesto con la mano.

El miércoles llego más rápido de lo que esperaba, en días pasados me encargué de conseguir los libros que me faltaban y el nuevo uniforme, los zapatos marrones me gustaban mucho, también cambie mi mochila por un maletín de mi papá que me hacía sentir más elegante.

Como llegaba tarde para mi primer día en el instituto tomé una botella de agua y un paquete de galletas. Agarré mi mochila y salí casi corriendo de mi casa.
Cruzando la calle estaba la señora Holy despidiéndose de Jotaro le robaba besos en la mejilla y él solo la sostenía por los hombros al pasar por donde estaban vi a Jotaro soltarla y caminar rápidamente a mi lado.

—Buenos días Jotaro—. Él solo volteó una última vez y vimos a su madre diciéndonos adiós con los brazos abiertos.

—Buenos días Noriaki, disculpa si te molesto que me acercara a ti. Quería quitarme a mi madre de encima pero no me dejaba.

—Pero es bueno que tengas a tu mamá cerca, deberías agradecer que este preocupada por ti.

Noté sus ojos sobre mi probablemente con molestia, pero yo solo le decía la verdad a mí me gustaría tener a mi madre tan preocupada como la señora Holy lo estaba de Jotaro.
Jotaro no me contestó y cuando dimos la vuelta en la esquina se alejó de mi unos pasos, metros más adelante las mismas chicas escandalosas de ayer se le acercaron y lo rodearon, para evitarlas cruce la calle y continué mi camino.
Llegué al instituto mucho antes que él, subí las escaleras hasta el piso correspondiente a los de tercer año y me senté en la banca que estaba fuera de mi salón, un señor de camisa negra y pantalones blancos con un peinado un tanto extravagante se acercó a mi y se sentó a mi lado.

—Tú debes ser Noriaki Kakyoin, yo soy tu maestro de Inglés mi nombre es Jean Pierre Polnareff me dijeron que te presentara ante la clase al ser de nuevo ingreso. No te sientas nervioso cualquier cosa que necesites lo puedes consultar conmigo o con tu asesor.

—Muchas gracias profesor lo tomaré en cuenta.

—Bien muchacho es hora de entrar.

El profesor me dejó entrar a mi primero y me guió hasta su mesa, después se puso a un lado de mi.
Dijo que yo era de nuevo ingreso, que me tratarán bien e hizo que dijera mi nombre en frente de todos, apenas iba a hablar cuando uno gritos se escucharon por todo el salón

—Ya llegó Jotaro, abran la puerta y déjenlo pasar.

El profesor Polnareff me hizo una señal para que siguiera, pero vi a una chica abrir la puerta del salón y dejar pasar a Jotaro sin evitar sonrojarse cuando él casi la esquivó para poder entrar rápido y sentarse en la penúltima silla de la fila cercana a las ventanas.

—Mi nombre es Noriaki Kakyoin y vengo de la Preparatoria Pública de Sendai.

—Muy interesante Kakyoin, el único lugar vacío es detrás de Jotaro es el joven que trajo su propia porra al llegar, ese será tú lugar. Muy bien clase como Kakyoin acaba de unirse vamos a hacer un repaso de lo último que vimos durante la semana anterior, cualquier duda que tengan no duden en preguntarme.

Caminé por el pasillo sintiendo la mirada de todos, al pasar por el asiento de Jotaro me vio a los ojos para de inmediato romper el contacto y solo ver la ventana. Cuando me senté el profesor comenzó a hablar en inglés y toda la clase hizo lo mismo, preguntaba en inglés y quería de preferencia que la contestación fuera en el mismo idioma.

El tema era complicado para mí, además el cuerpo de Jotaro no me dejaba ver bien lo que estaba en la pizarra, tenía que moverme hacia un lado para lograr ver las reglas gramaticales que el profesor escribía.
Pensaba pedirle a Jotaro si se podía inclinar un poco hacia un lado para que me permitiera ver pero estaría interrumpiendo su toma de notas, de reojo pude ver que sobre su libreta tenía la hoja llena sin embargo no vi nada en inglés, eran pequeños dibujos feos y sin forma que parecían ser pequeños peces. Todos hechos con lápiz y con flechas que señalaban cierta parte del pez. Lo único que pude ver fue que en una decía "aleta caudal" era extraño verlo dibujando y más con el tipo de persona que era.

Aunque tal vez el equivocado era yo al suponer cosas sobre Jotaro, pero no tenía la suficiente confianza para hablarle no estaba listo para entablar una conversación con él, ¿De qué podríamos hablar?, yo no tenía ningún tema de conversación y él se veía obligado a hablarme por que su mamá me saludaba por mera cortesía.

Probablemente otra vez estaría solo hasta en la escuela, la realidad era que no quería hablar con mis nuevos compañeros, no quería hacerme cercano a ninguno de ellos, temía demasiado en volverme cercano a alguien y que después me dejara como mis padres lo hacen. Estaba mejor solo con mis propios problemas.

—Kakyoin disculpa ya terminó la clase de Inglés y el profesor de Historia ya te llamo tres veces pidiendo que te acerques al escritorio...

—¿Disculpa?, ¿Quién me habla?-. No me había dado cuenta que la clase anterior había terminado, probablemente había entrado en una pequeña crisis y no lo había notado hasta que Jotaro interrumpió el hilo de mis pensamientos.

—El profesor Avdol, no tienes de que preocuparte él es nuestro asesor dijo que iría a dirección por unas cosas pero que no tardaría.

—Gracias Jotaro.

—Oye, disculpa pero ¿Te encuentras bien?.

Nunca me habían preguntado como me encontraba, sé que Jotaro lo hacía por cortesía pero sentí una calidez en mi pecho.

—Si, muchas gracias.

—Mira yo sé que probablemente no sea de tú agrado pero si te encuentras mal te puedo ayudar.

—No te preocupes Jotaro, en verdad estoy bien solo estaba pensando en que iba a comprar para desayunar no alcance a hacer mi desayuno en la mañana.

—Si es por eso no te preocupes, mi madre mandó un almuerzo para ti.

—No es necesario, en verdad, no quiero darle más trabajo a la señora Joestar.

Jotaro solo bajó su gorra y se giró para seguir con los dibujos de su libreta, después una chica ingresó al salón y nos dijo que el profesor de historia no podría asistir hoy pero que dejaría la hora para nuestro estudio. Escondí mi rostro entre mis brazos y cerré mis ojos hasta que ingresó el siguiente maestro correspondiente a la clase matemáticas.

El profesor no me pidió que me presentara y solo me pregunto que fue el ultimo tema que había visto, después comenzó a dar su clase y no volvió a dirigirse a mi. Las siguientes horas fueron demasiado ocupadas, a penas terminaba de escribir y ya comenzaban a hablar más del tema, mi mano estaba tan entumida que en los descansos entre una clase y otra masajeaba mis dedos.

A penas llegó el receso se volvieron a escuchar gritos fuera del salón, imaginaba que era por Jotaro. Él solo puso los pies sobre la mesa y subió su maletín en sus piernas para después sacar una caja bento hecha de madera y se veía tan elegante que hasta se podría desarmar con solo tocarla. Bajó el maletín y se giró a verme, me dio la caja con la comida, unos palillos y una cuchara que tenía entre sus manos.

—No es más trabajo para mi madre, ella lo hace por que le caes muy bien así que come.

—No lo puedo aceptar, es demasiado para mí...

—Vas a hacerla sentir mal si regreso a casa con esa caja completa, así que come.

—Pero... ¿Tú no vas a comer?.

—Estoy bien así.

Jotaro se volteó y se recostó en su mesa con los gritos de todas las chicas llamándolo desde la puerta, la comida estaba deliciosa tanto que pequeñas lágrimas salieron de mis ojos pero supe distinguir si era de alegría o de tristeza.

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