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El domingo estudié con Jotaro, terminamos los temas de los días lunes, martes y miércoles, aún restaba estudiar los temas del jueves por lo que decidimos que al terminar los dias de evaluación iríamos juntos al cine y a visitar un museo de arte que yo quería conocer.

El lunes el examen de matemáticas fue más sencillo de lo que esperaba, el único que sentí complicado fue el de historia y todo a causa de las múltiples fechas que en algún momento comencé a dudar.
El martes fue un día cansado mi cerebro ya no podía procesar tanta información, a pesar de que había visto el teorema de Bernoulli con Jotaro no fui capaz de recordarlo en el examen.
El miércoles pase la mayor parte de la mañana recostado sobre la banca, el dolor de cabeza era tan intenso que pulsaba sobre mis sienes, Jotaro ponía sus dedos sobre mi cabeza y frotaba la zona de dolor, cosa que agradecía demasiado.

Ese mismo miércoles me vi con él en mi casa para estudiar, como teníamos examen de biología al día siguiente Jotaro estaba muy emocionado y con la mejor disposición de estudiar.

Apenas llegó camino directo a la mesa y abrió sus libros, toda la tarde me habló sobre la evolución de las especies. Era tan bueno explicando que le entendía mejor que a la profesora. Cuando llegamos a la parte de los peces parecía niño con juguete nuevo.

—Las partes de los peces son sencillas de recordar, lo único que va a venir en el examen será el tipo de respiración que tienen.

—Eso ya lo comprendí, entonces... ¿Que te parece si terminamos por hoy?.

—Me parece una perfecta idea, aún es temprano ¿Quieres hacer algo?.

—En realidad esperaba poder dormir temprano, el dolor de cabeza es demasiado.

—Cortatela.

—Si pudiera hace mucho lo hubiera hecho—. Jotaro últimamente se ha tomado aún más libertades a la hora de hablarme, siento que nuestra a amistad ha crecido más de lo que esperaba y a una velocidad tan increíble.

—Vamos por un helado y después vienes a casa a descansar.

—Acepto el helado pero no tardemos mucho, en verdad necesito con urgencia una buena noche de sueño.

Tomé mis llaves y cartera, Jotaro guardo sus cuadernos en su mochila y cuando pasamos por enfrente de su casa me dijo que iría rápido para dejarla, yo lo espere en la puerta hasta que escuche muchos gritos dentro de su hogar parecían estar peleando por algo. Me dio miedo y me alejé unos pasos de ahí.

—Jotaro yo también quiero...

—No,no y no viejo, yo voy a ir con Nori no te dije para que te invitaras solo.

—Pero dijiste que invitarías el helado, además quiero conocerlo me da curiosidad conocer a mi futuro...—Jotaro interrumpió a su abuelo y no me permitió escucharlo.

—Baja la voz abuelo, si no dices nada te traigo un helado.

—Hasta crees que le voy a hacer caso a un mocoso como tú, el helado te lo acepto pero yo voy contigo.

La puerta de la residencia Kujo se abrió de repente, un señor extranjero con canas vestido con una camisa beige y pantalones negros salió de la casa. Tenía una enorme sonrisa en su rostro y al verme su sonrisa se hizo aún más grande si era posible y comenzó a correr.
Me sorprendió ver a un señor mayor corriendo pero aun más que lo hacia en mi dirección.

—Tú debes ser Noriaki.

—¿Disculpe?.

—Si, si eres, anda corre no quiero que Jotaro me obligue a regresar.

Feel The Same (JotaKak)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora