Capítulo 41: 18/08/2018

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El mensaje

Alejandro

Mi padre solía decirme que son pocos los bendecidos que logran alcanzar sus sueños sin sacrificar todo de sí, sin encontrarse entre la espada y la pared obligados a decidir entre la muerte y la derrota. Con los años me hallaba cada vez más convencido de que no podían ser más que los delirios de un hombre incapaz de superar el abandono de su esposa, amargado por el indetenible paso de los años.

Esta mañana, justo al despertarme, a su lado, al de la mujer que amaba con la convicción de quién nunca ha amado, viendo como cada día los rayos reflejaban su cabello rubio, casi plateado, desplegando centellas que bien podrían iluminar a un barco en medio de un naufragio, aquel que en algún momento había sido natural y que ahora aunque solo fuese una prótesis capilar recién puesta, mi teléfono sonó.

Un escalofrío cruzó mi cuerpo, haciéndome sentir repentinamente incómodo, asustado, inquieto. Una parte de mí me imploró que no revisara mi celular, como una vidente que contempla un mal augurio.

La última semana había sido difícil, Erika había comenzado las radioterapias y estaba más decaída que nunca. La prótesis había sido un regalo de mi parte, después de la discusión que había tomado lugar en el cumpleaños de Gabriel, sintiéndome seguro de que necesitaba algo que le recordara quién era, eso la había animado momentáneamente, pero no terminaba de subirle los humos a nadie.

Haciendo caso omiso de las advertencias de mi instinto me hice con el teléfono, el nombre que se reflejó en la pantalla fue uno que no esperaba ver en mucho tiempo, Max Martinez, el maquiavélico productor que me había obligado ir con Frida a la premier de Memorias de un Fracaso. El texto solo tenía una palabra "Llámame", una clara señal de que Max, mejor dicho, de que el señor Martínez no había cambiado.

―¿Qué sucede Max? ―Había salido al balcón de la sala, al mismo en el que Víctor me narraría los horrores que habrían de esperarnos más allá del túnel del conejo.

―Señor Martinez para ti ―me corrigió previsiblemente―, y la verdadera pregunta es, ¿qué te sucede a ti, Holmes?

―¿Perdón? ―Pregunté, sin entender del todo su ataque.

―A estas fechas el año pasado estabas siendo contemplado como una promesa del cine, luego tuviste un mal papel y ahora solo apareces en comerciales y tabloides, además de aceptar proyectos dudosos.

―Déjame ver si entiendo, señor Martínez ―repliqué, pronunciando su nombre con saña―, ¿me envías en la mañana de un sábado, solo para pedirme que te llame, para decirme que he estado malogrando mi carrera? Joder, que los productores más importantes de Hollywood deben ser las personas más ocupadas del mundo, para dedicar tanto tiempo a actores fracasados.

―Tu insolencia sigue siendo algo repudiable, Holmes, de cualquier forma, no, no te envié para eso. En cambio, vine a ofrecerte una oportunidad para arreglar los errores que has cometido desde entonces.

―Me insultas y luego me ofreces trabajo, y yo que pensaba ser el pasivo-agresivo.

―No te insulté, mencioné los aspectos por los que tu carrera morirá en el transcurso del próximo año si no aceptas o cuando menos consideras mi propuesta.

Dudé, sin saber si quería volver a saber de ese hombre.

―Está bien, dime. ―Accedí finalmente.

Me explicó, haciendo uso de su malicioso carisma y sus argumentos feroces, el mismo Max que una vez me había obligado a ir en contra de mis deseos, que me había despojada de las ganas de luchar, esta mañana me invitaba a comenzar de nuevo, su voz penetró a través de mí, con ligeras promesas de las que él mismo sonaba bastante convencido, recordándome lo que una vez Frida me había dicho hacia mucho tiempo.

―Hice un trato con Max ―Había dicho yo, aún en la época de Memorias de un Fracaso―, mantendré un perfil bajo y disimularé contigo, para cuando se estrene la película, podré llevar a Erika.

―Hacer un trato con Max es algo de qué preocuparse. ―Había respondido ella, al instante.

―¿Por qué?

―Maxons Martinez solo piensa en el dinero, tiene su ojo puesto en el dinero, lo produce como la mierda, él es una de las razones por las cuáles muchas personas tienen fe en esta película, y por las que este estudio decidió aceptar el proyecto, él les dijo que olía a éxito, y su olfato nunca falla. Si al final él no ve viable que estés con Erika, no irás con Erika.

Había ignorado las palabras de la pelirroja, las cuáles probarían su veracidad poco tiempo después, en cada aspecto. Había terminado yendo a la premier con ella, sí, pero tal como lo predijo Memorias de un Fracaso había sido un éxito rotundo y me había catapultado a un reflector del cual yo mismo me había bajado, tan malintencionadas como pudieran sonar las palabras de Max, no podía debatir la coherencia de sus argumentos, y la oportunidad que ponía ante mí no era un Memorias de un Fracaso, era algo de una magnitud superior, el tipo de papel que podía hacer una carrera de un don nadie, que podía convertir en el fracasado Robert Downey Jr en el aclamado Tony Stark, o a un actor de comedia sin carisma como Keanu Reeves en un héroe de acción como Neo, el tipo de papel que me volvería un ícono del cine.

―El director pretende a alguien que sea capaz de aparentar ser rudo, varonil, y que paralelamente represente a una minoría, debido a que, como debe saber de tu conocimiento, que no podemos dejar pasar nuestra cuota de inclusión si queremos que la película tenga éxito. También busca una cara reconocible mas no demasiado famosa, una que pueda ser posteriormente vinculada con facilidad a la franquicia en caso de que esta despegue, como puedo garantizarte, lo hará.

»Verás, Holmes, me agradas, eres un dolor en el culo, pero eres un dolor en el culo con talento y que cumple casi al pie de la letra con lo que el director pide, con lo que hiciste en Nueva York, bueno, solo digamos que impresionaste a varias personas, este podría ser tu momento, si así lo quisieras, pero no habrá segundas oportunidades. La filmación comenzará en Australia en la primera semana de Septiembre, tu confirmación de que querrás el papel, deberá ser dada antes del próximo viernes o procederemos a contactar al siguiente en lista, y créeme, nadie será tan estúpido para rechazar esta oferta si tú lo haces.

Le pedí unos días, sabiendo muy en el fondo que eventualmente tendría que decir que no, que no podía hacerlo, a pesar de que mi interior temblaba de emoción y nerviosismo, aceptar el papel era imposible, mas, nuevamente, le pedí unos días, incapaz de decirle que no en ese momento, incapaz de aceptar que la mejor oportunidad que alguna vez tendría en mi vida solo podría ser aceptada si abandonaba a Erika poco antes de su operación.

Estrellas Perdidas [Antología Perdidos en el Eco #1 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora