Capítulo 12 - Otro año más.

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Los demás días hasta Nochevieja pasaron algo aburridos, pero algún que otro día nos fuimos a Granada ciudad, otro a visitar a Cheeto a su pueblo y poco más. Eso si siempre pasándolo genial con Mangel. Alguna que otra tarde yo me quedaba en casa intentando hablar con Vegetta por skype lo cual a veces podía resultar tarea difícil, la mala conexión era una molestia. Luego que decir de la cobertura, estaba medio incomunicada del mundo, a veces hasta me costaba contactar con Mangel.

Llegó el día, y como ya dije, la familia de Mangel y la mía nos juntamos para celebrar el fin de año. Para mí era algo genial, ya que así lo pasaría rodeada de la gente que quería y me mejor amigo, lo único que me faltaba era mi Samuel.

Esa tarde estaba mi madre preparando cosas para llevar al pueblo de este, mientras yo la ayudaba en lo que podía. Unas horas antes me duché y me puse un vestido que compré unos días antes cuando fui con Mangel a Granada. Era morado, de palabra de honor y ni muy largo ni muy corto, me recogí el pelo y me maquillé un poco. Y bueno esta vez me iba a permitir ponerme unos zapatos de tacón, negros, bastante altos y preciosos. Llevaría también un abrigo, negro, largo, tipo americana que me dejó mi madre, un bolso negro que apenas usaba y listo.

Subimos al coche y nos fuimos dirección a casa de Mangel. El camino se me hico algo largo y eso que no se tardaba a penas en llegar. Siempre este día me ponía nerviosa y no sé por qué, el cambio de año iba a ser como un día cualquiera pero yo me ponía así, era rara. Cuando aparcó mi padre el coche, me bajé con cuidado, no quería matarme con los taconazos, nos dirigimos a la puerta y antes de poder llamar al timbre, la hermana de Mangel nos abrió.

- ¡Hey pequeñaja! - La dije agachándome a darla un beso.

- ¡Hola Emily! - Esta niña era adorable, como el hermano.

- Hola, hola. - Se asomó Mangel desde el salón y vino directo a darme dos besos y un abrazo.

- Huy esto es épico, el señor Mangel Rogel con traje. - Me reí.

- Que tonta eres chaval.

- Lo aprendí de ti. - Le guiñé el ojo.

Cuando ya habíamos entrado todos, mi padre se fue al salón con los hombres, como siempre,  y mi madre se fue a la cocina a ayudar a las demás.

- Emily, ¿te piensas quitar el abrigo?

- Emm si jajaja.

- Bueno pues tráele que le guardo. - al quitarme el abrigo este se quedo flipando. - Hostia…  

- ¿Qué?

- Nada, que estás impresionante.

- No es nada del otro mundo. Es un vestido y punto.

- Si tu lo dices, pues vale, pero estas muy guapa.

- Vale, te creeré.

- ¿Por cierto has pasado foto a Vegetta para que vea tu vestido morado?

- Hostia pues no.

- Venga que te hago foto y se la pasas.

Me hizo la foto y se la envié por WhatsApp, no tardó en verla. “Moradito, ¿enserio? Me encanta cielo. Espero poder verte con el puesto algún día y salir por ahí. Por cierto pásalo genial hoy y que sepas que te echo mucho de menos.” Ohh que adorable. Le contesté y esperamos a la cena. Ayudamos a poner la mesa y demás cosas y nos pusimos a cenar todos.

La cena fue bastante bien y además entretenida. Solo quedaban 10 minutos para que dieran las campanadas, si estuviera en L.A. todavía me quedarían unas horas para celebrarlo. Teníamos las 12 uvas preparadas, ya que era tradición de España.

Las campanadas, las uvas, algún despistado, algún adelantado, había de todo en la mesa. Yo fui al ritmo y no sé ni como lo hice, Mangel casi se atraganta y yo me reía.

Feliz año nuevo. Besos por aquí, abrazos por allá, brindis con cava y sidra. Terminó un año genial, puedo decir que uno de los mejores de mi vida. Imposible resumir todos los momentos pero un año increíble. Amistad, familia y amor.

Estuvimos hasta el día de reyes en el pueblo, luego Mangel, Cheeto y yo cogimos el tren para volver a Madrid. Como siempre las despedidas se hicieron duras, pero sabía que en poco volvería. Esta vez mi viaje fue más de la mitad dormida y la otra mitad riéndome con estos dos.

Cuando nos dimos cuenta estábamos pisando suelo madrileño y para nuestra sorpresa estaban en la estación Rubius, Alexby y Vegetta esperándonos. Creo que les di a los 3 el abrazo más grande que había dado nunca. Les había echado mucho de menos y bueno para que negar me había aburrido mucho sin ellos.

Fuimos de camino a casa cada uno a dejar las maletas para salir a dar una vuelta por Madrid y tomar algo. Fue una tarde normalita, no teníamos ganas de fiesta ya que el viaje había sido algo cansado. Dije a Samu que se viniera a dormir conmigo, su respuesta fue un sí rotundo.

Los pocos días que quedaban tenía que aprovecharlos a tope, ya que el día 11 volvíamos a Los Ángeles. Un día salir de fiesta, eso seguro. Otro quedar todos y hacer una cenita de despedida. Por último un día de videojuegos, todos juntos.

Espero que se pasara lo más lento posible, porque llevaba casi un mes en España y se me había pasado el tiempo volando. No me había ido de aquí y ya echaba de menos todo. Aunque sabía que en junio volvería a verles a todos, ya que irían al E3.

Buenas!!! Siento este capitulo tan cortito, pero no se que escribir hasta llegar a lo interesante, por eso meteré saltos de tiempo algo grandes, por que si no, no llegaré al salseo en la vida. Espero que os guste amores!!! Os loff y muchos z4 para todos. 

Los nuevos vecinos. (YouTubers Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora