*Narra Luzu*
Después de escuchar a Lara decir “Joder, llamar a una ambulancia y venir aquí, corriendo.” Lo primero que hice fue coger el móvil y marcar el numero lo más rápido que pude, me trababa al hablar tan rápido en inglés pero me entendieron a la perfección. Tardaron 10 minutos en llegar, cuando metieron a Emily en la ambulancia, cogimos los coches y fuimos a llevar a los demás a casa.
Cuando dejamos a todos recogí a Mangel, ya que quería venir, y nos fuimos lo más rápido que pudimos. Tardamos menos de lo esperado en llegar ya que no había casi tráfico. Cuando llegamos preguntamos en recepción donde se encontraba Emily, nos dijeron que fuéramos a la sala de espera. Allí nos encontramos a Vegetta.
- Tío, ¿Qué tal estas? -le pregunte dándole un abrazo, luego Mangel hizo lo mismo.
- Pff pues todavía no ha salido el médico, llevo esperando como media hora.
- Tranquilo, va a estar bien, es fuerte. - le dije para tranquilizarle.
- Mangel… ¿estás bien? - dijimos los dos.
- Odio los hospitales y encima Emily… Joder.
- No te preocupes, ¿quieres salir a tomar aire? -le pregunté.
- Quita, quita, prefiero espera a que salga el médico a ver que nos dice. - intentó poner mejor cara.
- Como veas.
Yo estaba sentado mientras Vegetta y Mangel no paraban quietos, se sentaban 10 segundos, daban 20 vueltas a la sala, se volvían a sentar, me estaban poniendo de los nervios. Mientras daban vueltas también intentaban llamar a los padres de Emily sin éxito. El tiempo se hacía eterno en la maldita sala de espera. No sé cuánto tiempo pasó hasta que salió el médico.
- ¿Samuel de Luque? - preguntó el médico.
- Soy yo. ¿Cómo esta Emily? - dijo nervioso.
- Tranquilo, está bien, solo que todavía no ha despertado.
- ¿Podemos verla?
- Solo puede estar una persona en la habitación, el que entré se puede quedar a dormir aquí.
- Vale pues me quedo a dormir. -hizo una pequeña pausa. - Chicos cuando la vea os cuento.
- Vale Vegetta, nosotros nos vamos. - le dije abrazándole.
- Avísame en cuanto sepas algo ehh - le abrazo Mangel mientras se lo decía.
- Tranquilo serás el primero en saberlo.
Nos despedimos de Samuel y llevé a Mangel a casa.
*Narra Vegetta*
Desde que llegamos al hospital no podía dejar de dar vueltas en la sala de espera, se me estaba haciendo eterno, el tiempo pasaba lento. Cuando me quise dar cuenta Luzu y Mangel estaban conmigo, este último no paró sentado ni dos minutos, vamos como yo, era normal, estábamos demasiado nerviosos.
No sé cuánto tiempo pasó desde que estaba allí pero cuando salió el médico y me dejaron entrar no podía esperar. Me despedí de Luzu y Mangel y fui a la habitación donde se encontraba Emily. Entré despacio, como con miedo. Al verla ahí tumbada en la cama, algo pálida, dormida, con cables por todos lados, los nervios seguían en mí. Me acerqué a ella, la agarré de la mano, no quería soltarla nunca. Era una gran parte de mi, en tan poco tiempo, la primera que me hacía sentir tan bien, con la que me completaba, la que me hacia reír cuando estaba en un mal momento, con la que me gustaba pasar el tiempo haciendo lo que más me gustaba, con la que podía jugar horas y horas sin aburrirnos. Simplemente era la mejor y por eso la quería tanto.
Al rato entró un medico, me sacó de mis pensamientos y me comentó que podía tardar en despertar varias horas, que podía descansar mientras y que cuando ella se despertase que avisara a la médica que estuviera de guardia.
*Narra Emily*
Abrí los ojos, intenté mirar a mí al redor, vi maquinas que conocía de sobra y todo lleno de cables y… mierda... Hacía tiempo que no me pasaba, de hecho varios años, unos meses después de llegar a L.A. y luego dos años más tarde.
Vi que a mi derecha estaba mi Samu dormido en el típico sofá incomodo en el que tantas noches habían pasado mis padres. No quería despertarle, pero ya lo hizo él solo. Abrió los ojos y al mirarme le sonreí y me contesto con su preciosa y encantadora sonrisa, la cual me alegraba los días y la vida en general.
- ¡Pequeña! ¿Qué tal te encuentras? - dijo adormilado.
- Bueno me duele un poco la cabeza y estoy un poco desorientada, pero por lo demás estoy bien. - le conteste con tono cansado pero a la vez feliz.
- Voy a llamar a la enfermera, me dijo que la avisara cuando te despertaras.
- ¿Cuánto tiempo llevo aquí? -le pregunté.
- Varias horas. - hizo una pausa. - Ahora vengo cielo.
- Vale pero… antes de irte… ¿me das un beso? - dije con la sonrisa en la cara.
- Claro que si tonta. - me besó, un beso tierno, emotivo, un beso perfecto de la persona perfecta.
- Gracias.
- Gracias ¿Por qué?
- Por estar aquí conmigo.
- No tienes por qué darlas. Además sabes que no puedo estar ni un día sin verte.
- Eres lo mejor. - hice una pausa. - Por cierto ¿habéis hablado con mis padres?
- Pues hemos llamado varias veces pero no cogen el teléfono, es demasiado tarde en España y estarán trabajando o a saber. Pero seguro que en cuanto vean las llamadas perdidas que tienen supongo que llamarán.
- Vale, no quiero preocuparles tampoco, no es la primera vez que me pasa esto y bueno… la última vez que me pasó ellos los pasaron muy mal, estuve como una semana ingresada.
- ¿Cómo no me habías dicho nada? - dijo preocupado.
- Hacia mucho tiempo que no me pasaba. Siento no habértelo contado cuando me paso aquel día en mi casa.
- No pasa nada, tranquila, además te pondrás bien en un par de días.
Salió de la habitación a avisar a la enfermera y no tardó en venir. Mientras estaba la enfermera dentro, él tenía que quedarse fuera.
- ¿Cómo te encuentras? -me preguntó una enfermera bastante joven y guapa además.
- He tenido días mejores. - contesté irónicamente. - Estoy algo aturdida y no recuerdo bien lo que pasó.
- Bueno es normal que estés así, no te preocupes en uno o dos días te daremos el alta. De momento mañana te haremos unas pruebas para asegurarnos de que está todo bien.
- No es la primera vez que me pasa, pero hacía años que no me pasaba.
- Si, lo sabemos, lo pone en tu historial. - hizo una pausa mientras miraba si estaba todo en orden. - Por cierto ¿tienes hambre?
- Para que negar que un poco si tengo.
- Ahora mando que te traigan algo de cenar.
- Muchas gracias.
Cuando salió de la habitación, Vegetta no tardó ni dos segundos en aparecer a mi lado. Estuvimos hablando un rato, cuando me trajeron la cena él se fue a la cafetería a comer algo, porque desde la hora de la comida de esta mañana no había comido a penas.
Cuando volvió a la habitación acerco aquel sillón incomodo que mencioné antes a mi cama, me besó, se sentó en el y me agarró la mano. Él fue el primero en quedarse dormido y yo le observaba, era tan mono cuando dormía. Me encantaba.
Buenas gente!!! Pues aqui teneis el siguiente capitulo de mi historia, espero que os guste ya que es uno de los que mas me ha gustado escribir y con uno de los que he disfrutado. Muchisimas gracias por el apoyo anal, okno, jajajaja GRACIAS!!! z4 os loff Muuuaks!!!
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Los nuevos vecinos. (YouTubers Fanfic)
FanficLa historia de una chica llamada Emily que sus padres se la llevan desde pequeña a vivir a L.A. donde alli vivira cosas que ni ella misma imagina. Si te gustan los youtubers esta es tu historia. (Aquí podrás encontrar las dos temporadas, aunque la p...