Capítulo 43 - Visitas.

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*Narra Vegetta*

Estaba dormido cuando de repente note vibrar el móvil, me estiré un poco para cogerle de la mesita donde estaba, miré la pantalla y vi que era Mangel, me levanté de aquel sillón y salí sin hacer ruido al pasillo.

*Conversación telefónica*

- ¡¡Buenos días!!

- Hombre Mangel, me has despertado capullo.

- Tío si son las 9:30 de la mañana y tú te sueles levantar a las 6, no te quejes. ¿Qué tal has dormido en el sillón tan cómodo que tiene Emily en la habitación? - dijo irónicamente mientras se reía.

- Calla, calla, he pasado una noche… me duele todo.

- Si quieres esta noche me quedo yo, que no me importa.

- Por la noche me volveré a quedar yo, lo que si quiero es que vengas por la tarde y este con ella, yo tengo que subir algún video y demás. ¿Te parece bien?

- Vale pues luego como algo y me voy, además estos quieren ir a verla. Por cierto ¿Cómo esta Emily?

- Pues ahora mismo anda dormida, pero tendrán que venir ahora a despertarla y traerla el desayuno digo yo.

- Me alegro. Bueno tío que me anda llamando Rubius, a ver que quiere. Luego nos vemos, te aviso cuando salga de casa.

- Perfecto. Adiós Mangel.

*Fin de la conversación telefónica*

Como Emily estaba dormida decidí bajarme a la cafetería a tomarme un café y despejarme un poco, estaba demasiado cansado.

*Narra Emily*

Me desperté y lo primero que hice fue mirar hacia mi derecha para ver a Samuel, él cual no estaba. Deduje que había salido a desayunar, lo cual no me preocupé.

Ya estaba cansada de estar todo el día tumbada en aquella cama, incomoda como ella sola, tenía ganas de poder irme a casa, pero sabía que tenía que estar un día más. Hacía muchos años que no me daban vértigos y tenía que ser ahora, lo poco que quedaba de evento me le jodió. He de decir que más de una vez me habían dado flojitos pero este es uno de los peores que me han dado en mi vida. Sinceramente les odiaba, odiaba que me pasara a mí, pero no podía ser todo perfecto.

Cuando me quise dar cuenta llamaron a la puerta, traían el desayuno.

- Buenos días Emily. - dijo la misma enfermera de ayer.

- Buenos días.

- Te dejo aquí el desayuno y en un rato paso a por la bandeja.

- Gracias.

- De nada. - hizo una pausa. - Por cierto ¿os queréis mucho, verdad?

- Si, nos conocemos desde hace poco pero es una de las pocas personas a las que he querido.

- Se os ve muy enamorados. ¿Cuánto lleváis?

- No llevamos ni un mes, pero le tengo demasiado cariño.

- A él se le ve bastante enamorado. - sonrió. - Bueno te dejo desayunar tranquila, que tengo que llevar más desayunos.

- Hasta luego.

Una de las pocas enfermeras que me caía bien, siempre eran bordes y cuando era pequeña siempre me tocaban las peores. Por eso odiaba tener que estar tantos días. Antes de acabar de desayunar apareció Vegetta por la puerta.

- ¡¡Buenos días desaparecido!!

- Que boba eres. ¡¡Buenos días pequeña!!

- Cuando me he despertado no estabas y pensé que habías bajado a desayunar.

Los nuevos vecinos. (YouTubers Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora