🍁Capítulo 11🍁

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Kyungsoo sabía que no era dueño de nadie, sabía que aquel chico de largas piernas llamado Park Chanyeol no era suyo y que nunca lo iba ser, al menos no de forma literal, pero había pasado las últimas semanas intentando ganar algo más que solo besos por parte del alto como para que aquel otro chico, aun mas alto y con cara de matón, llegara de la nada y se ganara las sonrisas del pelirosa.

No era justo.

No sabía de donde rayos había salido aquel chico, no sabía porque era tan malditamente atractivo aun con esas ojeras que remarcaban sus ojos y mucho menos sabia por que carajos parecía tener toda la atención de Chanyeol, lo molestaba de una forma enfermiza que estuviera sentado junto a él y le regalara esa pequeña sonrisa demasiado confiada en comparación a la contraria.

Park Chanyeol, aquel que solo se había sonrojado por el las últimas semanas, estaba sonriendo y tornándose rojo por alguien más aquella mañana. Kyungsoo no podía sentir más frustración, molesto ante su infantil sentimiento de pertenencia por el alto.

—Quita esa cara, espantas —le dijo Kai mientras picaba desinteresadamente su comida.

—Siempre espanta, no hay gran diferencia —agrego Sehun, quien como siempre usaba celular. El chico realmente tena una obsesión con aquel aparato.

—¿Estas celoso? —pregunto divertido Suho.

—No son celos, es solo que me pone nervioso no saber quién es —respondió serio, aunque siempre lo estaba.

Los otros tres decidieron ignorar a su amigo, sabían que si su amigo realmente estaba sintiendo celos jamás lo diría en voz, aquel sentimiento era realmente vergonzoso para el bajito, creía firmemente que los celos solo demostraban inseguridad y Do Kyungsoo jamás había sido inseguro de su persona.

¿Pero entonces por qué estaba tan molesto? La vida a veces era tan confusa.

—Amigo, Chanyeol ya ni siquiera está ahí.

¿Eh?

Kyungsoo parpadeo con fuerza intentando concentrarse en lo que había frente a él, más específicamente nada, porque en efecto Chanyeol ya no estaba sentado juntos a sus amigos y el desagradable desconocido tampoco estaba ahí.

—¿A dónde fue? —pregunto.

—Salió de la cafetería con el...

Sin embargo, las palabras de un amable Junmyeon murieron cuando el más bajito se levantó apresurado de la mesa y salió, entre caminando y corriendo, del lugar.

—Pero no está celoso —se burló Sehun y volvió a fijar su vista en su celular.

—Y tú no tienes un problema con esa cosa —dijo Jongin con sarcasmo.

—¿Me hablas a mí? —pregunto con fingida inocencia.

—Si, tarado —le contesto Suho —. Si quieres hablar con Minseok hazlo en persona y deja de molestarlo con mensajes, así no te va hacer caso nunca.

—De verdad eres ingenuo, Suhito —dijo Sehun negando con cierto pesar —. ¿Crees que si pudiera hablar con él en persona me conformaría con sus vistos e insultos virtuales?

—¿De qué hablas? —pregunto Kai, extrañado.

—Minseok parece un bollito todo lindo, pero es realmente agresivo si lo molestas —hizo un puchero mientras se sobaba el brazo que Minseok le había pellizcado la semana anterior.

Estable. (ChanSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora