Estable. (ChanSoo)

🍁Capítulo 17🍁

🍁

—Estás loco.

—Un poco —respondió el bajo con una sonrisa socarrona.

Chanyeol lo miro en silencio, los nervios haciéndole cosquillas en todo el cuerpo, ofuscado recordando las palabras dichas ¿Qué hacía? ¿Qué respondía?

—No creo que sea buena idea, no soy bueno para estas cosas, no...

—Si no eres bueno aprenderás conmigo entonces —le interrumpió Kyungsoo.

—Tampoco creo que...

—Deja de pensarlo tanto, Yeol —se acercó un poco más al alto y después de días se encontró con aquellas familiares mejillas rojizas —. Solo hagámoslo...

La mañana del día siguiente, la noticia de la aparente relación había recorrido todos los pasillos de aquella escuela. Do Kyungsoo se había convertido, de la noche a la mañana, en el novio que todos habían querido y Park Chanyeol el único en tenerlo.

🍁

El alto pego un salto en su asiento cuando su nombre fue gritado y retumbo en el salón, seguido de los inconfundibles chillidos de sus amigos que llegaron como rebaño desatado y señoras en mercado.

—! ¿Tienes novio?¡ —exclamo Baekhyun, con la mano en el pecho y tomando aire con fuerza. La emoción brillando en sus pupilas.

—! ¿Y es Do Kyungsoo?¡ —le siguió Yixing.

—Me siento como una madre gallina —dijo Jongdae mientras se limpiaba unas falsas lagrimas dramáticas.

—Parece que nuestro Yeolie está creciendo —Yixing achico sus ojos sonriendo con orgullo, Baekhyun rio a su lado. Estaba totalmente de acuerdo.

—Ya basta —Chanyeol se cubrió el rostro con ambas manos avergonzado —. No sé en qué me metí.

—En una relación, amigo —le contesto Tao, tomándolo por los hombros con cierto pesar fingido —. Y eso, aquí y en China, es una guerra silenciosa.

—No les hagas caso, están locos —hablo Minseok, sonriendo ligeramente divertido.

—Esto podrá ser una guerra, pero tú tienes a los mejores soldados de tu lado —Chen le guiño un ojo cómplice.

—A la orden, Soldado Park —Tao hizo el conocido saludo militar, riendo cuando los demás le siguieron la broma.

A la orden, Soldado Park.

Chanyeol comenzaba a pensar que si se había metido en una guerra silenciosa y dudaba que, aun con sus mejores soldados, pudiera ganar.

El ruido que la emoción de sus amigos generaba fue callado por la inevitable llegada de su maestra de inglés, el grupo se dispersó por el salón llegando a sus lugares en tiempo récord, porque ellos no solo eran buenos para el chisme también lo eran para aparentar.