🍁Capítulo 4🍁

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No es que Chanyeol llevara la cuenta, o tal vez sí, pero aquel día se cumplía una semana completa en la que Kyungsoo seguía mirando en su dirección, sin vergüenza ni señales de querer disimular, lo peor es que el alto ya no solo tenía que soportar aquella mirada sobre su persona durante el receso, si no que ahora también tenía que soportarla en los pasillos, pues Kyungsoo, a pesar de ser mayor, insistía en aparecerse por todos los pasillos que transitaba.

Lo miraba, le sonreía y el último día de aquella larga semana, aquel alumno ejemplar había tenido la indecencia de guiñarle el ojo en dos ocasiones, sonriendo con arrogancia y diversión, porque, aunque Chanyeol no lo sabía, el más bajo comenzaba a amar la forma en la que el rostro del contrario se ponía furiosamente roja, se moría de ganas por saber cómo se pondría el día en que por fin pusiera sus manos sobre él.

Una semana parecía poco para recolectar información, sin embargo, para Do Kyungsoo todo era diferente, para el séptimo día, no solo sabia el nombre del contrario, si no que sabía estatura, edad, grupo, el nombre de sus amigos y conocía muchas de las acciones y tendencias del alto. Llámenlo acosador, pero había encontrado encantadora la forma en la que el alto actuaba ante diferentes situaciones.

Por eso y por sus infinitas ganas de obtener algo más que solo sonrojos por parte de Chanyeol, había decidido que aquella tarde era perfecta para comenzar la competencia que el solo había creado.

Y como el alto no sabía leer mentes, se vio altamente sorprendido y asustado cuando aquel día no solo sus amigos se sentaron con él en el receso, si no que esta vez una figura, mucho más pequeña que la de los presentes, se había instalado justo a su lado, con ojos grandes, labios acorazonados, cabellos perfectamente peinados y la brillante sonrisa que llevaba días atormentándolo.

—Hola —dijo Kyungsoo tranquilamente, sonriendo de forma tranquila y despreocupada.

¿Qué rayos?

—Mmm... —Chanyeol no quería que el contrario se diera cuenta de lo nervioso que lo ponía su presencia, pero el ruido de su garganta pasando saliva fuertemente lo dejo abiertamente expuesto — ¿Ho-Hola?

El mayor quiso reír ante el notable nerviosismo del muchacho frente a él, pero se limitó a descaradamente acercarse un poco más al cuerpo de este.

—Llevo unos cuantos días observándote y...

—Una semana para ser exactos —interrumpió Chanyeol, al instante queriendo estrellar su cabeza sobre la mesa.

—¿Llevas la cuenta? —esta vez Kyungsoo no pudo evitar reírse un poco ante la expresión del otro — Eres adorable.

Y de fondo, Chanyeol solo pudo escuchar el agudo chillido que Baekhyun soltó y como los demás reían burlescos, deseaba que Minseok llegara pronto y lo salvara de aquella vergonzosa situación.

—No lo soy —susurro sintiendo como sus orejas se ponían calientes.

—Lo eres —contradijo Kyungsoo —. Pero eso no es la cuestión ahora, la cuestión es que estoy, cómo decirlo, ligeramente... —se llevó una mano a la barbilla fingiendo pensar —. Interesado.

—¿Interesado en qué?

—En ti, por supuesto.

Y otra vez el chillido de Baekhyun fue escuchado, el alto volviéndose, vergonzosamente, cada vez más rojo.

¿Por qué simplemente no había nacido con aquel tono de piel? De todas formas, se la pasaba la mayor parte del tiempo así, estúpidamente rojo.

—No sé quién eres —dijo intentando sonar menos nervioso, aunque no sabía porque intentaba ocultarlo, si estaba claro que todos en aquella mesa sabían lo nervioso y aterrado que se encontraba.

—Eso se puede resolver, mi nombre es Do Kyungsoo y para ti puedo ser lo que quieras —el muchacho se relamió sus grandes labios y un brillo descarado acentuó su mirada.

Siendo sinceros y muy a pesar de que el muchacho frente a él era notablemente atractivo, Chanyeol tenía miedo, no podía evitarlo, no estaba acostumbrado a que alguien le mirara y hablara de aquella forma tan ¿descarda?

—Sinceramente creí que tardarías menos, una semana es mucho, amigo —hablo Chen, sentado sobre la mesa y sonriendo como siempre.

—¿Perdón? —cuestionó Kyungsoo, brindándole una mirada mucho menos interesada al muchacho sobre la mesa.

—Quiero decir que tardaste mucho para acercarte.

—Tenía cosas que investigar —se encogió de hombros mientras volvía a poner su atención sobre Chanyeol, si el de sonrisa gatuna tenía algo más para decir, le importaba muy poco —. Y como ya investigué, ahora estoy aquí para empezar.

—¿Empezar que cosa? —preguntó una tercera voz.

Chanyeol sonrió con esperanza cuando Minseok se sentó frente a él en la mesa.

—El Señor acosador decidió hacer, por fin, acto de presencia —respondió Baekhyun.

Minseok y Kyungsoo conectaron miradas, ambas penetrantes y silenciosas, el menor de los dos levanto una de sus cejas, inquisitivo y desconfiado, el otro soltó un bufido y sonrió arraigado, ambos entendiendo claramente las palabras ocultas tras aquellos gestos. Minseok preguntando por sus intenciones y Kyungsoo demostrando que no le importaba si desconfiaba, pues fuera lo que fuera, lograría su objetivo.

Park intercalo su mirada entre su amigo de ojos brillantes y el bajito a su lado, sin entender realmente la conversación interna que aquellos dos estaban teniendo y sintiéndose aún más nervioso cuando tres chicos se acercaron a la mesa, la escena volviéndose peculiarmente extraña.

—¿Qué esto? ¿Una reunión de testosterona? —dijo el chico de cejas peculiares.

—El único que suelta testosterona en esta mesa es tu amigo —respondió brusco Minseok, sorprendiendo a sus amigos pues no era común que el chico respondiera de aquella forma, mucho menos a un desconocido.

—Kai, que sorpresa —dijo esta vez Yixing, sonriéndole al muchacho frente a él e ignorando el comentario de su serio amigo.

—Yixing, Baekhyun. —el moreno les dio una sonrisa de boca cerrada a los mencionados y asintió con la cabeza.

—¿Por qué siento que todos en esta mesa guardan secretos? —preguntó esta vez Suho.

—Tal vez porque guardas uno también —le respondió Jongdae, sonriendo maliciosamente cuando el rubio lo fulmino con la mirada —Tan lindo como siempre.

El de orejas grandes había dejado atrás su momento de vergüenza y le había abierto las puertas de su persona a la confusión, cuatros chicos nuevos se habían sentado en su mesa habitual y Chanyeol no entendía por qué, a pesar de que eran completos desconocidos, la situación se sentía tan extrañamente familiar.

Sentía que repentinamente la tranquila vida de él y sus amigos se iba ver alterada por los recién llegados, la mirada en cada uno de ellos se lo confirmaba y no se equivocó al pensar que el sería el más afectado.

—Me gusta tu nombre, por cierto —susurro Kyungsoo en su oído, sin que los demás oyeran —. Park Chanyeol.

Y si, su rostro se puso nuevamente rojo. 



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No sé que estoy haciendo, la verdad, sorry.



@labambii

Estable. (ChanSoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora