Capítulo 8

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Reproduzcan el vídeo de arriba cuando esté indicado. Los hará entrar más en la historia.

-Mila.

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Otra vez, una fiesta.

A veces detesto demasiado tener fobia a estar rodeada de muchas personas, de lo contrario podría disfrutar más estar en lugares así.

—¡Oye, cuando dijiste que iba a haber muchas personas no creí que lo dijeras en serio! —gritó la peliblanca a mi lado sobre el volumen de la música.

—¿A cuántas personas conoce este tipo? ¿quién es Tom Cruise? —rezongó mi otro amigo.

—Jonah, si viniste aquí quejarte la puerta está abierta, literalmente —le respondió Emma.

Digamos que Aidan no exageraba, en lo absoluto, la casa estaba rebosando de personas bailando y nadie podía diferenciar a nadie debido a la negrura de la noche.

Estamos en una casa de fin de semana que queda en un pueblo cercano a la ciudad; tiene un patio inmenso, de tal tamaño como todo el terreno en donde vivo, y en el fondo estaba situada la casa. También hay una piscina en un costado en el que vi varias personas sumergidas.

Deben estar ebrios hasta la coronilla.

—¿Cómo piensas encontrarlo entre tantas personas? —habló Jonah.

—No había pensado en eso.

Genial, ¿Y ahora qué hago?

—Ya sé, lo llamaré al celular.

—¡¿Enserio crees que te responderá?! —volvió a gritar Ludmila—. Ni siquiera escuché lo primero que dijo el pelirrojo.

—¡Ya te dije que mi nombre es Jonah!

Ella lo miró, con el celo fruncido.
—¡¿Qué dijiste, pelirrojo?!

—Bien, bien, iré a buscarlo. —Declaro dándole fin a su discusión— Hagan lo que se les antoje.

—¡No sé qué dijiste, pero iré a buscar una hermosa chica a la cual besar!

Estuve alrededor de veinte minutos dando vueltas por todo el lugar tratando de encontrarlo, hasta que asumí que estaba dentro de la casa. Y así era, el asocial estaba encerrado en un cuarto del segundo piso, utilizando su celular, en su jodida fiesta de cumpleaños.

—¿Qué haces aquí? —le pregunté.

Se levanta de la cama en la que está tumbado como si esta misma lo hubiese electrocutado.

—Hola.

—Hola.

Tienw una camiseta estampada y un jean claro, era la primera vez que lo veo con ropa tan... colorida.

—Digamos que estaba esperando que cierta persona me llamara para avisarme que llegó.

—Piensas en todo, ¿verdad?

—Mayormente —habló con arrogancia—, y también hay muchas personas a fuera, mi hermano de verdad se excedió esta vez.

—Hablando de eso, me gustaría conocer a tu gemelo.

Negó con la cabeza.
—Más tarde, quizás.

—Él también es el cumpleañero.

—Después de la medianoche.

—Pero...

—Pero nada, —agarró mi mano y empezó a atraerme hacía él— vamos a la cama.

Un encuentro casual [PAUSADA MOMENTÁNEAMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora