ʜᴀᴘᴘʏ ᴇɴᴅɪɴɢ - ɢʏᴜʜᴀᴏ & ᴊᴜɴʜᴀᴏ ˡᵒᵛᵉ ᵃˡᵃʳᵐ ᵃᵘ

Capítulo 35: Un corazón que se esconde

Joshua necesitaba que alguien le pellizcara en ese minuto, porque de lo contrario, no tendría cómo comprobar que lo que escuchaba era real y no producto de una fantasía en su cabeza.

—Jeonghan...—apenas pudo murmurar.

El aludido lo miró con curiosidad, y si era sincero, esa misma situación en un contexto sin joalarm de por medio, le habría preocupado, porque pensaría que Joshua ya no le correspondía.

—¿Qué pasó?

—N-nada...es sólo que es raro.

—¿Qué cosa? ¿Lo que dije? ¿Que haya hecho sonar tu joalarm? ¿Qué?

Joshua inevitablemente mordió su labio y bajó la vista.

—Ambas...—admitió.

Jeonghan había llevado su mano hasta su mejilla, a punto de decir algo, sin embargo el sonido de la puerta abriéndose lo obligó a alejarse abruptamente.

—Perdón chicos, pensé que ya habían terminado.—habló Wonwoo.

Joshua aprovechó la situación como un salvavidas, tomando en cuenta que aún no podía asimilar la situación.

—No, Wonu, está bien, Jeonghan ya se iba.

El rubio mentiría si dijera que no le dolió un poco la actitud de Joshua en ese momento. Pero al menos el hecho aún hacía sonar su joalarm lo dejaba tranquilo.

Tal vez sólo necesitaba darle su espacio.

—Sí, Joshua tiene razón, y ya es tarde...Nos vemos entonces.

Una vez que Jeonghan cerró la puerta, Wonu dirigió su vista a Joshua, con curiosidad.

—¿Y esa cara? ¿Estás bien?

Joshua pareció sobresaltarse al escuchar a Wonu, probablemente se había dejado llevar por su torrente de pensamientos una vez más.

—Es que Jeonghan...

—¿Jeonghan...?

—Hizo sonar mi joalarm.

Wonu no evitó mirarlo con ojos grandes de la sorpresa.

•••

—¡Chicos por aquí!—les animó Seungkwan.

—Ordenamos varios platos.—comunicó Chan con alegría y probablemente bajo cierta influencia del alcohol.—El último que entró paga.

—Ni hablar.—refutó Mingyu mientras se sentaba justo frente a Minghao, quien prefería desviar la vista hacia su comida.

—Esto lo pagan ustedes.—sentenció Jihoon.—Prácticamente se comieron todo.

—Ustedes son los hyungs.—se quejó Vernon en un tono ciertamente meloso.—Deberían pagar.

Jihoon simplemente rodó la vista y le hizo una señal a la persona que atendía. Era cierto que se habían comido casi todo.

Mingyu tenía la mejilla apoyada en su mano izquierda mientras observaba con preocupación a su novio, quien parecía evitar a toda costa su mirada.

—Bueno chicos, a lo que vinimos.—comenzó Seungkwan.—No queda nada para Navidad así que veamos lo del amigo secreto.

—El mínimo del regalo son 12 mil wones.—recordó Chan, ante lo que Seungkwan asintió.

—¿Y cómo lo haremos?—indagó Soonyoung, con atención.

—M...Hay una app para eso.

Luego de que todos bajaran la aplicación, Seungkwan ingresó todos los nombres del grupo.