ʜᴀᴘᴘʏ ᴇɴᴅɪɴɢ - ɢʏᴜʜᴀᴏ & ᴊᴜɴʜᴀᴏ ˡᵒᵛᵉ ᵃˡᵃʳᵐ ᵃᵘ

Capítulo 6: Inseguro

Seúl, año 2022

Era hora del receso y todos en el patio de la escuela estaban pendientes de joalarm, la aplicación que a pocos días de su lanzamiento ya contaba con un millón de descargas.

—¡Seungkwan y Vernon hicieron sonar sus alarmas!— exclamaba Seokmin generando un ambiente de entusiasmo dentro del grupo de amigos, quienes estaban sentados en el pasto formando un círculo

—¿Quién más lo debería intentar?— Indagó Chan, y ante la pregunta instintivamente todos voltearon a ver a Mingyu y a Wonu

—Yo paso, no la tengo instalada— sentenció el pelinegro desviando la mirada a otra parte

Mingyu le dedicó una mirada de preocupación, sabía que la situación lo incomodaría.

—Deberías instalarla, así podrías hacer sonar la de Mingyu— comentó Seungkwan

—¡Eso es buena idea!— Añadió Seokmin

—Mucha gente hace sonar su alarma, no necesita que yo lo haga— refutó el mayor ya fastidiado

—Chicos, chicos no lo presionen, a Wonu no le gustan esas apps— intervino Mingyu para evitar la discusión —¿Wonu estás bien?— le murmuró preocupado

El aludido sólo chasqueó la lengua y se levantó súbitamente para irse a otra parte, dejando a todos sumidos en un silencio incómodo.

Los recuerdos no paraban de invadir la mente del estudiante de literatura, la última conversación que tuvo con Jun también volvió a repetirse en su cabeza.

"¿Y por qué quieres usarla? Si sabes que yo te amo, yo sé que tú me amas, ¿o acaso estás dudando de lo que siento?"

"Claro que no, sólo pensé que podríamos intentarlo, es bonito ver a los demás hacerlo, pero olvídalo, no te voy a obligar"

"Es bonito ver a los demás hacerlo..."

Su mente andaba a cien kilómetros por ahora, de pronto tenia miedo, miedo de que lo suyo con Jun se fuera por la borda por culpa de una aplicación, tal como le había ocurrido en la secundaria con su primer novio, Mingyu.

—Disculpa, ¿cuánto cuesta este libro?—una voz con un ligero acento y una portada de un libro de Diane Arbus lo sacaron de su remolino de pensamientos

Wonu levantó la vista y dejó de recargar la cabeza en su palma para tomar la pistola y marcar el código de barra del libro.

—Son 15.000 won, está con descuento—contestó el pelinegro, y de repente sintió que había visto la cara del cliente en otro contexto—¿Nos conocemos?

El joven se quedó pensativo, porque también sentía lo mismo, pero no lograba recordar dónde lo había visto.

—Ah, ¿tú no eres amigo de Junhui, el que estaba en el baño el otro día?

Ante la pregunta Minghao sintió su cuerpo tensarse por completo. Examinó a Wonu con la mirada y todos los retazos de recuerdos que habían en su cabeza comenzaron a hilarse y hacer sentido.

—Sí, pero no soy amigo de Junhui—contestó Minghao desconcertando un poco al mayor

—¿No? podría jurar que habías dicho eso

—Quizás estaba muy ebrio—añadió, haciendo que el otro sonriera levemente

—Oh, comprendo, yo igual lo estaba

Minghao correspondió a su sonrisa para tratar de ignorar lo incómodo que se sentía y sacó su billetera para pagar el libro.

—Voy a llevarlo