Capítulo 1: Kim Mingyu

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Anshan, año 2025

Atención a los pasajeros y pasajeras del vuelo 501 a la ciudad de Incheon, se les informa que el avión está por despegar, por lo que deben presentarse en la zona de embarque. 

Una voz resonó a través de los altavoces del aeropuerto, lo que provocó que Minghao levantase la mirada, pues se trataba de su vuelo.

Después de mucho esfuerzo y dedicación, finalmente había llegado el gran día. Gracias a la beca que consiguió, Minghao podría cumplir su sueño de estudiar fotografía en el extranjero. A pesar de que estudió el idioma coreano por mucho tiempo, por supuesto que tenía un poco de miedo, pues nunca había vivido lejos de su familia, tampoco había vivido en otra ciudad que no fuera Anshan, sin embargo sus padres siempre le inculcaron que siempre debía luchar por sus sueños.

—Prométenos que vas a comer y dormir bien, no te sobreexijas tanto con los estudios, ¿está bien?—condicionó la madre, mientras acariciaba la mejilla de su hijo. No lo quería demostrar, pero si no fuera porque no quería preocupar a su hijo, habría dejado caer las lágrimas que estaba conteniendo

—Y no olvides llamarnos en las noches o mandarnos un mensaje—añadió su padre, sin evitar sonreír por lo orgulloso que estaba de su hijo

—Lo haré, lo haré. Cuenten con eso—asintió antes de dejar su maleta de lado para darle un gran abrazo a ambos

El mismo llamado de hace unos minutos volvió a escucharse en los altavoces, lo que advertía que ya era hora de despedirse definitivamente.

—¡Espero ir para el invierno!—exclamó al voltearse cuando ya se encontraba a metros de sus padres, quienes no paraban de agitar sus manos en el aire en señal de despedida.

El vuelo no fue muy extenso, más de seis horas no duró. Aún así Minghao se sentía un poco cansado, no pudo dormir bien debido a lo ansioso que se encontraba debido al viaje.

Una vez dentro del aeropuerto de Incheon se vio bastante sorprendido por una cantidad de publicidad que jamás había visto en su ciudad.

Joalarm...—leyó detenidamente en uno de las enormes pantallas para poner en práctica su lectura del coreano

¿Por qué no hay publicidad de otra cosa?—pensó para sí mismo

De pronto un sonido característico comenzó a invadir sus sentidos. La mayoría de las personas a su alrededor andaban con el móvil en mano pendientes de sus pantallas que mostraban el mismo logo de las publicidades.

Minghao sabía de qué se trataba dicha aplicación, que era para hacer saber a otra persona que te gustaba y viceversa, pero jamás la había usado en su vida, pues debido a la la recolección de datos y el peligro que significaba para la salud mental, fue prohibida y bloqueada en China por ley.

Aún recuerda esas tardes en la habitación de su casa junto a él, riendo y viendo películas coreanas después de la escuela.

—Oye, Minghao— preguntó el chico

—¿Mh?— murmuró sin abrir sus ojos, aún con su cabeza recostada en el hombro de su novio

—¿Tú crees que si usáramos joalarm funcionaría en nosotros?—inquirió el mayor

Ante la pregunta Minghao abrió los ojos y se reincorporó.

—¿No veo el por qué no?—respondió y le dedicó una sonrisa al otro, antes de inclinarse y dejar un beso en su mejilla, poniéndolo un tanto nervioso—Te adoro mucho, Junhui

—Cuando me convierta en actor te llevaré a Corea y lo intentaremos, ¿promesa?—inquirió al levantar su meñique

—Promesa—asintió, y entrelazó su dedo

ʜᴀᴘᴘʏ ᴇɴᴅɪɴɢ - ɢʏᴜʜᴀᴏ & ᴊᴜɴʜᴀᴏ ˡᵒᵛᵉ ᵃˡᵃʳᵐ ᵃᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora