Capítulo 12

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Maximiliano

Me da mucha risa ver a la Michelle sin palabras, pensé que le iba a responder a la Karen, pero no lo hizo, lo más probable es que este cansada o algo y que mañana vuelva a ser la misma mina insoportable de siempre —Hurra—

—Oye, hermano —me dice el Juancri— ya había escuchado a tu hermana peliar con su mamá, pero nunca pensé que lo de ellas era tan brigido —se tira en mi cama

—Sí, nunca voy a entender su relación —le digo sin importancia

—Oye y ¿No sabes que llevaba en su mochila?, estaba como muy aferrada a ella —dice el Pipe

—No tengo idea, pero si quieren vamos a revisar —les digo y los tres asienten

Salimos de mi pieza y avanzamos hasta la de la Michelle, abro la puerta y cacho que no tenia seguro, eso es raro porque siempre mantiene su puerta cerrada, no deja que nadie entre ni siquiera a los del servicio, les dijo que ella iba a ordenar su pieza.

Entramos en silencio para que no nos escuchara y después cerramos la puerta detrás de nosotros. Escucho el sonido del agua viniendo del baño y me tranquilizo un poco, se va a demorar así que tenemos tiempo.

—Aquí está su mochila —dice el Pipe

—Revísala po, ve que tantas weas tiene adentro —le digo— necesito algo para vengarme por todo lo que me hace

Entre los tres dan vuelta su mochila y solo salen cuadernos, pero también había una bolsa de tela roja. Abren la bolsa y adentro había puras vendas, muchas la verdad, también una crema y dos cajas de pastillas.

—¿Por qué tiene tantas vendas? —me pregunta el Lalo

—Quizás está planeando su disfraz para Halloween y va a ser una momia —me rio del chiste fome del Juancri

Me acerco al baño cuando escucho el tono del teléfono del piojo. Les hago señas con las manos a los tres para que se callaran y pudiera escuchar la conversación al otro lado de la puerta.

Bien, solo tengo algunas punzadas... —se queda callada, creo que la otra persona está hablando— no te preocupes, no creo que sea necesario... —los tres me miran esperando que les diga algo, pero los callo para poder escuchar a la Michelle— sabes cómo es, papá, ni siquiera me escucha, aunque lo intente... no lo va a hacer —escucho que se le rompe un poco la voz

Es primera vez que escucho al piojo así, creí que era una pesa culia porque así era ella, pero parece que no es tan así. Sigo escuchando su conversación y justo cuando corta me asusto porque oigo que sale de ducha.

Mis amigos guardan las cosas de la Michelle rápido en su mochila y les hago señas para que salgan de la pieza.

Cuando voy cerrando la puerta la veo salir del baño, pero caminaba medio raro. Caminamos a mi pieza y cuando ya estamos todos dentro nos quedamos callados.

—¿Para qué necesita tantas vendas tu hermana? —dice el Juancri después de un rato

—¿En que se metió ese piojo? —digo

Michelle

Que mejor que día lunes por la mañana, todo, exactamente.

La mañana fue un asco como siempre, excepto por el Ari que me abrazo en cuanto baje las escaleras. El simio estaba como raro, no me miraba y cuando lo hacía apartaba la mirada al tiro —¿Qué onda con este weon? ¿Le hice algo y no me entere? Nah, ese culiao simplemente es raro—

Ahora estoy en el auto yendo pal colegio y con el Ari estamos jugando cachipun, no sé si tengo mala cuea o este enano está haciendo trampa.

—¿Cómo me podi ganar todo el rato? Pa mí que estay haciendo algo, enano —le digo al Ari mientras entrecierro los ojos

Entre cuicos [Chilena] #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora